Aquí, hasta los perros son diferentes. A los vagabundos se los llama viralatas.
Son genuinos, flacos, huidizos, pulgosos y un largo etc., de atributos característicos.
Se pasan el día durmiendo siestas interminables. Por fortuna, -para ellos-, dadas las deficiencias en el tratamiento de los residuos; no faltan aromáticas y suculentas bolsas, que una vez aireadas sus entrañas, descubren apetitosas y variadas viandas, de las que se encargan y dan cuenta, con fruición.
Además, cuando las perras entran en celo, uno a uno se la montan, vamos, que no paran de follar; no sin antes efectuar el ritual característico entre los canes machos. Por eso siempre están de parto. Dormir, comer y follar....
Duran poco..., eso sí..., pero ya me contarás, si esto es llevar una vida de perros.
martes, 17 de noviembre de 2009
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