miércoles, 28 de agosto de 2019

Pongamos q miro Madrid: La Gente. (1)










Enciende el gas. Farolero en Calle Cadarso 1966. 



martes, 13 de agosto de 2019

Los robots ya están aquí



CAPITALISMO SIGLO XXI
NUEVAS COORDENADAS
LOS ROBOTS YA ESTÁN AQUÍ


El Parlamento Europeo aprobó hace unos días una norma obligando a implantar el ‘botón de apagado’ en los robots. Ante la posibilidad de que un día no lejano los robots pudieran actuar por sí mismos fuera de las instrucciones humanas, el Parlamento Europeo aprobó en febrero de 2017 una directiva para obligar a que toda máquina automatizada, pensante, los robots en la UE, incorporen un botón de muerte, un botón que permita desconectar. 

La decisión de la UE es un reflejo de la nueva realidad en la que nos encontramos, quizás seamos la penúltima generación que tenga mayor inteligencia que los instrumentos que fabricamos, los cuales podrían tomar decisiones contrarias a nuestros intereses, por lo que la UE aprueba una medida cautelar.  Inicialmente podemos definir un robot como una máquina, artefacto físico, capaz de manipular objetos y prestar servicios, programada para realizar tareas con cierta autonomía, imitando comportamientos humanos -o animales-, también puede ser un  ingenio programable, un sistema virtual de software.

Los robots son artefactos que desde hace unos 40 años realizan tareas mediante instrucciones facilitadas por humanos. Los algoritmos invaden nuestras vidas y las de todo procesador, son las instrucciones que se dan a las máquinas, a robots, a los ordenadores, para que realicen tareas, lo cual hasta ahora hacía pensar que al final la máquina estaba controlada y dirigida por el ser humano, ahora está dando un gigantesco salto adelante comenzando una revolución. La Inteligencia Artificial, en estudio desde 1956, da un salto cualitativo al vincularse hoy a los big data, tomando enorme velocidad se están abriendo puertas al auto-aprendizaje de los robots, machine learning, que permitiría aumentar su autonomía alejando del control humano muchas de sus decisiones.
‘Google procesa diariamente más de 24 petabytes de datos al día –un petabyte es igual a 10 elevado a la 15, un GB Gigabyte es 10 elevado a la 9-; YouTube procesa 27 pentabytes diarios; Facebook  incorpora más de 10 millones de fotos nuevas cada hora; Twiiter procesa más de 400 millones de tuits diarios; Flickr contenía más de 6.000 millones de fotos en 2011. En 2013 se estima que la cantidad total de información almacenada en el mundo es de alrededor de 1.200 exabytes. Un exabyte son 1.000 millones de gigas, un largometraje, una película, ocupa o puede comprimirse en un giga.’ –‘Big data. La revolución de los datos masivos’. Viktor Mayer-Schönberger y Kenneth Cukier. Turner Noema. 2013-

Mas no solo es más, es diferente; Wired. Y más correcto. La irrupción del análisis y tratamiento de los big data está cambiando muchas cosas, incluida la forma de aprender los robots, pasando de la causalidad a la correlación. Ya no se trata de buscar las causas que producen un acontecimiento, sino buscar la correlación, poder predecir el hecho que va a ocurrir en función de múltiples datos que lo anticipan, hasta ahora inapreciables para el ser humano, determinar la probabilidad de que ocurra un fenómeno inferida a partir de aplicar matemáticas, de procesar gigantescas cantidades de datos. Los datos masivos permiten saber qué sucederá, no por qué, los robots no juzgarán por qué ocurren las cosas, solo conocerán que va a ocurrir, y actuarán.

Los big data se introducen en las máquinas para que ellas mismas aprendan, se permite a las máquinas acceder a las fuentes de enormes cantidades de datos para que se reactualicen, se adecuen a esa gigantesca información, piensen, y tomen decisiones en función de nuevos datos. Miles de millones de datos son intercambiados entre sí por máquinas y sistemas interconectados a todas horas hoy día en el Planeta. Los big data son millones y millones de datos de todo tipo producidos por cualquier actividad, de máquinas o seres humanos, tratados adecuadamente permiten adelantar comportamientos y/o sucesos. El análisis de cúmulos de datos permite hoy predecir enfermedades individuales, o epidemias, situar riesgos de incendios en bosques, aventurar desgastes y roturas de tuberías de gas o agua, predecir accidentes, rotura de infraestructuras, sean carreteras, puentes, cableados,…

Según Boston Consulting Group, (BCG), en EEUU los costes por hora de un robot industrial son tres veces menores que los costes de la hora de un obrero, 3$ contra 25$, -se refieren a costes totales, incluye impuestos, gastos proporcionales, etc. no solo salario-, dicen en BCG que en 1980 eran necesarios 25 puestos de trabajo de obreros industriales para generar un millón de dólares de valor añadido, hoy ese millón de dólares, lo consiguen 5 obreros.

El cuadro: ‘Manufacturing sector inflation-adjusted output and employment, 1980 to 2015’ de Brookings,  Metropolitan Policy Program, muestra algo parecido a la idea de BCG, una línea roja representa el empleo industrial, mientras asciende el resultado, output, línea azul, hasta dos veces y media, en el mismo período de tiempo se han reducido el número de trabajadores desde 24,9 millones, hasta  6,4 en el año 2015, necesarios para producir un resultado, output, de millón de dólares.



Un gigantesco avance está produciendo nuevos robots, impulsado por los bajos costes de investigación en relación al pasado, alta reducción de costes en procesadores y almacenaje y tratamiento de datos, avances también por el desarrollo e incorporación de las investigaciones en Inteligencia Artificial (IA), la cual está logrando dotar a los robots de la capacidad de aprender, por sí mismos, y facultarlos para tomar decisiones,  apoyados por la irrupción de los big data.  Los rápidos saltos adelante en la robótica están empujados también por los constantes aumentos de productividad observados allí donde fueron instalados y por sus menores costes laborales que el trabajo humano.

La automatización lleva muchos años entre nosotros, en la industria del automóvil está instalada desde hace tiempo, la cuestión que se plantea ahora es el gran y rápido incremento que se está produciendo; una muestra en el cuadro de International Federation of Robotics, (IFR), cuyo título es expresivo: ‘1.4 million industrial robots between 2016-2019’. La IFR estima que en 2019 hay un stock de robots industriales operativo de 2.6 millones.


Los robots están expandidos no solo en múltiples sectores industriales, también en servicios, sectores como los burgers, los utilizan para preparar y servir hamburguesas a grandes velocidades, en la logística para clasificación, almacenaje, búsqueda y distribución de productos,… también en los mercados financieros en donde llevan años realizando miles de operaciones de compra/venta de acciones por segundo. En EEUU siete mil millones de acciones cambian a diario de manos, de ellas casi cinco mil millones cambian diariamente mediante transacciones robóticas.

En la medicina se usan para operar, incluso en el interior de los humanos, en breve se espera que sea masiva la introducción de pequeños robots dentro de nuestros cuerpos que intervendrán localmente, autodestruyéndose después,… ya están siendo utilizados en los transportes de personas y cosas, en coches y barcos, aviones y trenes, los humanos nos dejamos conducir, sin apenas darnos cuenta que muchos trenes, arrancan, circulan y frenan en la estación con total autonomía, sin conductor. Hoy los robots en gran número están realizando análisis empresarial, evaluación de riesgos para créditos, análisis de inversión, percepción de rentas, índices sobre capacidad de pago,  análisis comercial, o político y sociológico, predicción de riesgos de salud.

Se están utilizando en la guerra para matar, y sus heridos en batallas se aprovechan para investigar en prótesis y operaciones internas. Históricamente uno de los primeros lugares de investigación ha sido el terreno militar, existen avanzadas máquinas asesinas que cuentan con relativa independencia para tomar su decisión de disparar. –Un experto en la robótica de guerra es P.W. Singer-. Hay robots actuando en distintas guerras, los más conocidos son los drones que bombardean objetivos, dirigidos desde lugares muy distantes, cuya primera operación que realizaron fue el 4 de noviembre de 2002 en Yemen. Menos conocidas son las máquinas/soldado, de diversos tipos las hay que detectan gente mediante algoritmos con criterios fisonómicos, determinan sus enemigos y disparan.

En todo caso, si piensan en robots, imaginen artilugios de cualquier tamaño, grandes o pequeñísimos, y de formas variadísimas adaptados para realizar cualquier tarea, serán distintos los que tengan un punto fijo de actuación que los móviles, los que necesiten subir varios metros a tomar una pieza o producto, que los que tengan que repartirlo por las calles, diferentes los que investiguen tuberías de petróleo que los drones, los clasificadores de documentos, que los guerreros, los manipuladores que clasifican por el tacto y visión, que los que identifican puntos y los sueldan... hay máquinas enormemente complicadas capaces de realizar varias tareas y artilugios que solo realizan una simple lectura y trasmisión de datos…

Debemos olvidar la simpática figura humanoide en la máquina cercana que preste servicios a personas; los estudios sobre esa imagen demostraron que, aparte su aparente simpatía para algunas personas, en muchos casos no era aceptada como positiva, ya que su parecido l ser humano denotaba igualdad y ello introducía elementos de inseguridad, competencia y miedo en quienes las utilizaban. El aspecto externo no define su campo de utilidad, salvo en los casos de robots ayudantes de ancianos, niños y personas disminuidas, en los que gana terreno el parecido a mascotas, que siempre denotan un ser inferior, dominado y al servicio del humano.



El cuadro de la International Federation of Robotics, (IFR), ‘High robot density in EU countries’ para el año 2015, muestra la densidad de robots industriales, de todo tipo, por cada 10.000 trabajadores, en países de la Unión Europea, en el cuadro pintados en rojo, y otros países, marcados en gris, mas claro, al tiempo de compararlos con el promedio mundial, línea de 69. España se encuentra hacia la mitad del cuadro con unos 150, cifra por debajo de Alemania, Suecia, Dinamarca, Bélgica e Italia, pero por encima de Francia y otros.



Los robots afectan a la totalidad de nuestras vidas, se pueden estudiar múltiples aspectos, particularmente en este trabajo interesan los cambios provocados en tres dimensiones:

1) la cuestión laboral y la extinción de puestos de trabajo,

2) la imprevisibilidad del futuro, y los cambios sociales, y

3) los cambios que producirá en la ética.







Revolución en el sector servicios.

Lo relacionado con el mundo laboral es un aspecto extraordinariamente relevante, el trabajo tal como lo conocíamos podría estar llegando a su fin, y la vida laboral lleva aparejada la subsistencia económica, la inclusión y relevancia social de los individuos. El comportamiento humano necesita el trabajo para relacionarse socialmente. Salvo que provoquemos una revolución mundial, lo cual a medio plazo es improbable.



Producción neta y empleo industrial 1947-2015 EEUU.
Oficina de estadísticas laborales y Oficina de análisis económicos.

Aumenta la producción industrial y el valor añadido, pero desde antes de 1980, cada año con menos obreros,  fue visible desde mucho antes del fin de siglo XX, aunque la caída del empleo se aceleró durante la crisis de 2007 y la recuperación económica se produce de forma diferente a antaño, sin incorporar puestos de trabajo equivalentes, fundamentalmente sensible en Occidente, aunque visible también en los países emergentes. Este es uno de los aspectos que se encuentra tras los votos favorables a Brexit y Trump de amplios sectores obreros en zonas industriales, que desesperados, consideran posible la vuelta al crecimiento de los empleos en las fábricas, lo cual es prácticamente imposible, ya no solo por la deslocalización fabril en los países emergentes, sino por los robots que son los sustitutos de la clase obrera mundial. Y ahora también en los servicios.

El cuadro 3 ‘Boosting productivity is necessary… 1948-2015’, de Economic Policy Institute’, muestra en EEUU el crecimiento de la productividad en azul oscuro desde 1948, final de la guerra, hasta un 241,1%, mientras los salarios, en azul claro, solo crecen un 112,5%. La productividad aumenta desde 1948 hasta hoy, pero los salarios solo aumentaron hasta mitad de los años setenta, luego se estancan, mientras sigue aumentando la productividad.


La constante pérdida de puestos de trabajo la provocó la deslocalización industrial asiática, el ascenso de los emergentes y la automatización desde hace treinta años, es solo el aviso de lo que está ocurriendo, la situación para el empleo empeorará, porque al incorporar los nuevos avances tecnológicos esta cuarta revolución industrial no generará tantos puestos de trabajo como destruirá, tal como demuestran hoy todos los estudios que lo abordan. En todo caso la robotización provocó aumentos de productividad que fueron a capital, no repercutieron en salarios obreros, provocando grandes ganancias que aumentaron la brecha de las desigualdades.


La incidencia de la automatización en los salarios de los obreros industriales aparece mirando la historia, el cuadro ‘Blue collar workers, manufacturing, 1947-2015’ procede del trabajo Ganancias reales, ira real’ de Jared Bernstein , el salario por hora se duplicó entre las décadas 1940/1970 y frenó su ascenso, se mantiene plano desde entonces hasta ahora, bajando desde el año 2000. Esta situación, extendida en las comarcas industriales de EEUU desespera a los obreros que pierden calidad de vida, obreros industriales considerados clase media en claro descenso en EEUU, creen recuperarse votando a Trump, creyendo sus promesas de nueva reindustrialización, lo cual será imposible en el camino por la robotización que destruye puestos de trabajo industriales y de los que mantiene tira los salarios para abajo.

Andy Haldane, presenta los resultados de un estudio realizado por el Banco de Inglaterra, del que él es Economista Jefe, ante los asistentes al Congreso de Sindicatos (TUC) celebrado en Londres -en 2015-; proclama ante los líderes sindicales que ‘’15 millones de empleos en UK (de 33 millones) y 80 millones en EEUU (de 155 millones) están en riesgo de desaparecer por la robotización… la tecnología podría actuar como un impuesto sobre la renta regresivo sobre los obreros no cualificados, que podría ampliar aún más las disparidades de ingresos’’.

Haldane explica que tareas administrativas, de oficina y de producción están más amenazadas, una gran variedad de trabajos están en riesgo, dice que ‘‘la tecnología está dando lugar a grados de vaciamiento más rápidos, más amplios y más profundos que en el pasado, ¿Por qué? Porque las máquinas del siglo XX han sustituido no solo las tareas manuales humanas, sino también las cognitivas. El conjunto de máquinas con habilidades humanas que se pueden reproducir, a un costo menor, se ha ampliado y profundizado… La conclusión es que si estas visiones del estudio se realizaran, los patrones del mercado laboral de los últimos tres siglos cambiarán a enorme velocidad’’


En Zero Hedge, a través de Emily Zanotti, se hacen eco de un estudio del think tank británico Reform, del que procede el cuadro ‘Chart28: Average propbability of automation by occupation’, en el cual afirman que el 90% de los empleados de la Administración Pública británica (incluye policía, sistema de salud y educativo) tienen trabajos que podrían ser reemplazados fácilmente por robots, ahorrando 8.000 millones de $ por año. El motivo es que los robots son más eficientes en la recopilación de datos, el procesamiento de documentos y tareas rutinarias.

Otros estudios de diferentes universidades de Estados Unidos cifran la pérdida de puestos de trabajo en alrededor del 50% durante las próximas dos décadas. De hecho la mayoría de empleos creados en los últimos años son temporales, la suma de horas de trabajo totales hoy es inferior a la de los años 70. Si la tasa de paro es reducida, lo es en relación a la tasa de actividad, que ha disminuido, porque fuera del mercado de trabajo quedan cientos de miles de norteamericanos, aproximadamente un 12% entre la población de 25/64 años. Sin embargo las tasas de actividad de los mayores de 65 años aumentan velozmente en los últimos años. Las pensiones no llegan y los mayores tienen que volver al trabajo. En 1980 aproximadamente la mitad de los trabajadores del sector privado tenían planes de pensiones, hoy pueden ser menos del 20% debido a la pérdida de trabajos y disminución del poder adquisitivo de los salarios. Nuevamente caída de clase media occidental. 

En el año 2015, Sirkin, Zinser y Rose, en un trabajo sobre la implantación de robots en el mundo, tomaron como referencia las 25 principales economías exportadoras en 2014, las cuales representaban un 90% del total exportador mundial. Distinguieron cuatro grupos de intensidad en la adopción  de robots. En el grupo de adoptantes agresivos en instalación robótica, situaban a Corea del Sur, Indonesia, Taiwan y Thailandia; entre los países de adopción rápida figuraban, China, Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania y Rusia. El conjunto de los lentos lo identificaban en las 15 economías restantes, entre los cuales se encontraba España y Austria, Bélgica, Brasil, Francia, India, Italia, Países Bajos, Suecia y Suiza. De las proyecciones del estudio deducían que en la siguiente década, 2015-25, cinco países representarían alrededor del 80% del mercado de robots, serían China, EEUU, Japón, Alemania y Corea del Sur.

En un artículo de 2015, Mark Muro y Scott Andes ‘No culpes a los robots por los trabajos industriales perdidos’, publicado en Brookings, los autores sostienen que la pérdida de trabajos industriales en EEUU no solo se produce por la robotización, arguyen que no existe correlación total en proporciones similares de incremento de robots y paro, otros factores influyen como la globalización, comercio y producción en los países emergentes y la deslocalización de fábricas de EEUU en otros países, de partes del producto, o de su totalidad.

 Aquí interesa para visualizar la implantación de robots industriales, la referencia al trabajo de Graetz y Michaels, “Robots en el trabajo”, del que aportan el cuadro publicado ‘Number of Industrial Robots per 1 Million Hours Worked, 1993 and 2007’, muestra el número de robots industriales por millón de horas trabajadas, se aprecia el crecimiento experimentado en el período citado, en el que doblan su número en Italia y Francia, aumentan entre el doble y triple en Alemania, Korea, a fuerte ritmo, también España, EEUU, Holanda y aumentan por debajo del doble en Suecia y Reino Unido. En el estudio citado, Graetz y Michels, dicen que en EEUU la cantidad de robots por hora trabajada aumentó un 237% eliminando 2.2 millones de trabajos de obreros industriales, lo cual se tradujo en un extraordinario aumento de la productividad. Los robots fueron un motor de crecimiento económico y un impulso a la desigualdad y pobreza de los obreros industriales.

Fuente: Graetz y Michaels, “Robots en el trabajo.”



Esta es la mitad del trabajo. Si quiere leerlo entero, lo puede descargar en este enlace