jueves, 16 de junio de 2016

Alcorcón Elecciones. Municipales 1979-2015



Histórico de datos de las Elecciones Municipales democráticas en Alcorcón.

martes, 14 de junio de 2016

Contaminación acústica. 2

Como te entiendo Elvira.

El vagón de los raros. Elvira Lindo. 11 06 2016
Tengo la sensación de que en España la contaminación acústica no le importa a casi nadie
Qué violenta es la mala educación. Y qué íntimamente agitada se siente una cuando es víctima de los malos modos. Viajo en el AVE, movida por esos bolos a los que a menudo obliga el oficio, y avanzo hacia mi asiento con la esperanza de pasar un rato mirando el paisaje ovejunamente, dormitando o leyendo. Pero nada más entrar en el vagón veo a un tío dando zancadas de un lado a otro, coronado con unos enormes auriculares, hablando a gritos sobre un asunto comercial. Agita los brazos como si estuviera en un despacho y le comunica a voces a su interlocutor el número de móvil. Le dan ganas a una de tomar nota y hacerle una llamada perdida a las cinco de madrugada. Con delicadeza le hago un gesto con las manos para que baje el volumen, porque si la cosa empieza así me temo que me espera un viaje espantoso, a mí y al resto de viajeros del vagón, aunque siempre tengo la sensación de que en España la contaminación acústica no le importa a casi nadie, o que nadie considera que la tranquilidad sea un derecho cuando has pagado un billete, no precisamente barato, de AVE.
El tío me mira, extrañadísimo, como si en el código de buena conducta que cada uno lleva interiorizado desde sus años de formación no cupiera la circunstancia de que alguien le pidiera, por favor, algo de consideración con el prójimo. Cuando termina su llamada, le oigo increparme a mis espaldas:
— ¡Señora, que sepa usté que no es un vagón de silencio!
Y es que así han entendido algunos viajeros la existencia de los llamados vagones de silencio: si Renfe ha establecido que hay un lugar donde no se puede hablar alto ni molestar con las insoportables musiquillas de los puñeteros móviles es porque en el resto del tren los viajeros están autorizados a hacer lo que les dé la real gana. Trato de respirar hondo y hacer unos de esos stop que recomiendan en los cursos de mindfulness para contener el impulso de la reacción inmediata, pero no me funciona. Me vuelvo, le miro a los ojos, e imbuida del espíritu pedagógico de Juan de Mairena le contesto sin elevar el tono:
— Señor, la educación no es exclusiva de un vagón en particular.
Para qué más. Acabo de ofender su sagrada sensibilidad y me amenaza:
— ¿Me está usté llamando a mí maleducado?
No le contesto. Echo un vistazo al resto de viajeros, que permanecen en silencio contemplando la escena. Realmente, no consigo discernir si en este debate están con él o conmigo.
— ¡Usté a mí no me llama maleducado! ¡A ver si cojo y me siento a su lado y me paso hablando a gritos todo el viaje!
Como le creo muy capaz, doy la discusión por zanjada. Me voy acomodando mientras él emprende un monólogo, ahora en tono reivindicativo, defendiendo sus derechos, de pie, en el pasillo del vagón, como uno de esos artistas del metro que hacen su pequeño show antes de pasar la gorra pidiendo la voluntad. Es tan habitual esta respuesta iracunda y desproporcionada cuando se te ocurre llamarle a alguien la atención que lo que me pregunto es cómo tengo el valor de meterme en estos líos. Sospecho que estoy dotada de un imbatible espíritu optimista que me lleva a pensar que habrá un día en que una persona a la que se le pide, por favor, un poco de educación, reaccione de buenas maneras, se avergüence y diga, lo siento, disculpe. No me gustaría marcharme de este mundo sin vivir esa experiencia.
De momento, a joderse, señoras y señores, a pagar un billete de AVE, que dicen que es deficitario, para pasarse tres horas sin poder echar una cabezada por las alarmas y músicas de los móviles, por sus dueños pregonando a gritos asuntos personales y, algo todavía más irritante, presenciando ese respeto reverencial que se le tiene en España a aquel que hace ruido o ese miedo a llamar la atención a quien molesta. Esto último no me extraña, porque en mitad del viaje, el tipo me busca entre los asientos, se coloca de pie a mi lado y se está un rato hablando. No mucho, lo suficiente para que me quede claro quién manda en aquel espacio cerrado. Y sí, desde luego, él es el jefe de la manada: el más fuerte, el más agresivo, el más chulo y, además, yo no cuento con nadie que me apoye.

Visto el panorama, estoy pensando en hacerme usuaria del BlaBlaCar. Al menos, en la página de Internet te dan una idea de cómo será tu compañero de viaje. Y si te sale rana, escribes una mala crítica para disuadir a otros. O bien tendré que aceptar que mi lugar está en el vagón de silencio, lo cual me subleva, porque es como admitir que soy yo la que debo viajar en el vagón de los raros.

domingo, 12 de junio de 2016

Alcorcón. Pueblo de contrastes


Domingo 5 de junio. Parque de la Ribota. Extraordinaria iniciativa de llevar la música a la calle, aquí en este parque a las 12 de la mañana instrumentos de cuerda, violines, violas,...

Al lado, en la fuente una especie de feria con cinco o seis puestos dedicada al Día del Medio Ambiente. Pasamos por allí bajo un sonido estruendoso que lanza un equipo de amplificación gobernado por una persona. Me acerco a la mesa de sonido y le digo, tal cual: 'Hay un tio en la Puerta del Sol que dice que no termina de oirlo bien, que lo subas más'.
No le gusta nada, nada, se pone a discutir, se justifica, 'pues a mi me han dicho que lo ponga así' 'las quejas se las dices a la autoridad'. 
Me aparto de allí, me dirijo a un guardia urbano -policía municipal- que se encuentra pocos metros. Buenos días, la música está altísima y tanta contaminación es tirar una bolsa de basura al suelo como lanzar un estruendo al aire. 
 Su respuesta? 'relájese y disfrute'. ??? Sin respuesta por mi parte. Me voy al otro concierto. 
 
En fín, a un problema añadimos otro: 
1) La contaminación acústica es tan ilegal como cualquier otra contaminación, arrojar estruendos al aire es igual que arrojar basuras.
2) Este agente, guardia urbano, policía municipal, no parece estar acostumbrado a que le hablen los vecinos, ya que debería saber que una respuesta de su tono dicha por un vecino normal sin uniforme, tendría casi siempre como lógica una referencia a su familia. 

Debería ser un poco mas neutral en su comportamiento y en sus respuestas, eso es lo que se esperaría de la autoridad en un lugar en el que hay un estruendo sonoro que boicoteaba los violines de otro acto que se staba celebrando a muy pocos metros de allí, en el cual había más partícipes y espectadores que bajo el golpeo sonoro. 

PD. Al poco rato, la cordura triunfó y bajaron el sonido. Los dos actos fueron compatibles. 



viernes, 3 de junio de 2016

Auge y caída del PSOE en Alcorcón

En breve publicaré el trabajo sobre elecciones municipales en Alcorcón. 1979-2015. Antes y debido a su interés, aquí tienen enlazada una parte del mismo, la referida al PSOE.



miércoles, 1 de junio de 2016

El 'sorpasso' en Alcorcón ya se produjo

Mucha gente habla del posible adelantamiento por la izquierda al PSOE en Alcorcón en las próximas elecciones. Se olvidan que eso ya se produjo en las anteriores Elecciones Generales por parte de Podemos, sin contar los votos de IU-UP . En las elecciones generales del 26-J está pendiente ver en qué puesto quedará el PSOE, tercero o cuarto, en Madrid y en Alcorcón.