El Defensor del Menor presenta informe.

El Defensor del Menor, en la Comunidad de Madrid, presentó en la noche del 19 en la Asamblea su informe anual. En su informe de 600 páginas cita varios aspectos, de los que yo destaco el siguiente relativo a la violencia ejercida por los menores, cito a El País que recoge sus palabras:

"Es importante destacar el llamativo aumento de menores que sufren el llamado síndrome del emperador", avisó el Defensor.
"Son niños violentos y autoritarios, que estallan escandalosamente ante la menor frustración, que no cumplen con las normas y cuyos padres se ven incapaces de controlarlos’’.
‘’No son delincuentes comunes, pero pegan, amenazan, roban y agreden psicológicamente".

Antes, en los pasillos, el Defensor, había explicado que es un problema muy serio y que la propia fiscalía ha informado de un incremento del 40% en las agresiones de niños a padres.
"Pero es un problema de fondo. ¿Qué crisis de valores tenemos, que al final tenemos niños sin límites?", se preguntó

Información preocupante, la extensión de la violencia entre los menores y de éstos hacia los adultos. Yo me pregunto, ¿tendrá algo que ver la violencia televisiva?

Tendrá algo que ver en la difusión de la violencia, las posturas de tertulianos militaristas manifestadas respecto al Alakrana, cuando se han llenado la boca de decir que había que matar a todos los habitantes de Somalia. “Hay que bombardear Somalia y que sirvan de alimento a los atunes”.

Para estos individuos, España ha perdido la dignidad, que ellos vinculan a las bayonetas. Lo dicen en varias televisiones (Telemadrid, Veo7, Intereconomía, Libertad Digital). Si no fuera una salvajada, diría que es una estupidez. La dignidad de un país no está en los disparos, está en sus gentes, en como atiende a los desfavorecidos, en el respeto a los otros, en el respeto a los muertos, y la cultura, en el respeto a las gentes que trabajan y estudian. Otro día me extenderé mas sobre este tema.

Los que propugnan agresiones armadas, incluso guerras, para defender posturas que protegen intereses concretos, extienden la violencia por todos los estratos de la sociedad, el veneno que vemos en las bandas callejeras latinas, y ahora en los niños y jóvenes a los que se refiere el Defensor del Menor.

Acaso podemos pensar que el culto a la muerte, que chillan desde algunos medios, no nos afecta a nosotros. ‘Viva la muerte’ es un grito fascista, pero no solo es grito, acompaña una ideología que transpiran y difunden cada día sin ninguna vergüenza periodistas tertulianos, que luego miran para otro lado, culpando al gobierno, cuando la violencia llega a los barrios y a los colegios. Y llega.