No todo es política.1

No todo es política en la vida, pero todo es susceptible de ser politizado. Y creo que nos estamos pasando si politizamos una gotera. Me parece que hacer política no es ejercer de comité de empresa para resolver la rotura de una tubería del edificio en el que trabajan cientos de personas.

Yo tengo goteras en mi casa, mis vecinos crean humedades a otros por roturas de tuberías, y un largo etc. que no se me ocurre pensar sea producto de la lucha de clases.

Cualquiera que pasee por Alcorcón puede ver que no está más sucio que cualquier ciudad española, a pesar de los comentarios blogueros y de ‘’Puerta del Sur’’, en todo caso está mas limpio que la mayoría de ellas. Pero hay basuras por las calles, que tiran los jóvenes, o los niños que tiran bolsas de chuches y nadie les reprende, o los mayores que tiran bolsas de basura en papeleras, o los comercios que sacan sus restos de embalajes a las puertas a cualquier hora, o muchos etc. que vienen de lejos, ya sabemos que los españoles somos un pueblo especialmente sucio en las calles (no en las casas) porque valora poco lo público.

Estas cosas y muchas más tienen que ver con el civismo, la educación y con los problemas cotidianos entre vecinos y poco con la política, tienen que ver con nosotros como ciudadanos responsables de nuestros actos. Algunos difunden la idea de que de todo cuanto rodea nuestras vidas tiene responsabilidad el gobierno, lo cual solo encrespa la convivencia y deja los problemas sin resolver, porque no todo está en sus manos, muchas cosas están en las nuestras.

Civismo es ensuciar menos, sabemos que, no es mas limpio quien mas limpia sino quien menos ensucia. Muchas personas podemos contar anécdotas de viajes a Europa y de cómo cualquier ciudadano nos llama la atención si tiramos el papel de un bocata al suelo. Así que una cosa son los servicios de limpieza municipales y otra cosa el papel de los vecinos en la calle.

Tenemos que asumir nuestras responsabilidades y dejar de culpar de todo al gobierno, a veces los responsables los tenemos al lado. Metamos en las calles algo diferente a la política; convivencia, urbanidad, civismo y tolerancia, pensar en los otros, en la convivencia con los vecinos, hagamos nosotros algo, o es que nos hemos convertido en unos inútiles.