Alcorcón. Yo acuso. 2. Contra la violencia

Insisto en el tema de la violencia en Alcorcón, porque está aumentando, hoy dedico mayor atención a la responsabilidad de vecinos normalitos, como yo, y no tanto de los poderosos como hice en el anterior post.

A mis convecinos quiero decirles: Aumentar la crispación ciudadana es sencillo, una vez lanzados a la carrera será muy complicado parar. Y un aviso importante para que piense usted en negarles apoyo; si nuestras autoridades municipales se dedican a echar leña al fuego de la crispación, están cometiendo una gran locura, porque es probable que nos llegue nuevamente una tempestad por la situación global de la crisis, que puede empeorar (además de prolongarse varios años) lo cual por sí solo generará condiciones para aumentar la tensión callejera, que explotará si encima se va echando gasolina. Y ello perjudicará a todos, todos los vecinos del pueblo.

Explico las razones en mi trabajo publicado en ‘Arian seis’, ‘’Por qué no se ha producido un estallido social. Todavía’’
La culpa es de ellos. Eso dicen todos. Hay vecinos ‘azules’ que preguntan, por qué parar ahora? por qué no haber denunciado la violencia anteriormente? La realizada contra el PP, claro, porque para ellos no hubo violencia contra el PSOE. Verán ustedes, en años anteriores tengo la impresión que en Alcorcón los insultos hacia el PP fueron bastante inferiores a los recibidos por el PSOE, sus líderes, militantes, simpatizantes y votantes.

Unas pruebas podemos aportar al repasar la legislatura anterior: en internet, redes sociales, blogs, no conozco páginas de insultos al PP, sí al contrario, incluso en su título; en la prensa gratuita no conozco más que medios afines al PP que periódicamente machacaban al gobierno municipal; en las radios y televisiones hay una aplastante mayoría a favor del PP; en la Asamblea de Madrid, dominada por el PP, las noticias que transmitían al exterior eran condenatorias hacia el PSOE; la realidad económica aplastaba al gobierno de turno, en este caso en el municipio a la izquierda. Así que no creo se pueda defender que en años anteriores los socialistas tuvieran siquiera medios para poder realizar ataques similares a los que recibían. Al margen las broncas municipales entre unos y otros, igualadas.

Mi experiencia personal en las calles, mercados, tiendas, kioscos, transportes, bares, parques, centros de mayores o cívicos, es que existía un aluvión de insultos contra los socialistas y el Sr. Cascallana, frases que recogían consignas identificables por publicadas o escuchadas por mí en los medios citados. Así que hablar de crispación durante años, ganaría por goleada la generada contra el PSOE.

Podemos quedarnos en que todos somos un poco culpables, aunque mi criterio lo conocen del post anterior contra la violencia. A más poder, mayor responsabilidad.
Los talibanes guerracivilistas generadores de la crispación, los poderosos, los cargos municipales y políticos, los directores de medios, no lo sufrirán. Y en todo caso cobran una pasta gansa por hacerlo, incluso algunos se irán a vivir a otros lugares. Es a nosotros los convecinos a quienes más perjudica un estado de bronca permanente, la vida ciudadana de Alcorcón se puede resquebrajar.

Ya sabemos que es más fácil destruir que construir y construir sociedad es algo muy complejo y al tiempo puede ser sencillo para cada uno de nosotros. Dejar de insultar y mirar al resto de vecinos como nos miramos a nosotros. Discutir cuestiones sin destrozar personas. Criticar ideas sin anexar adjetivos a nombres propios.

No prestar apoyo escribiendo comentarios a las páginas que insulten. Un ignorante puede escribir llenando páginas de insultos, lo difícil es escribir con argumentos, sin adjetivos personales. Cuando vayan a opinar piensen que sembrar odio solo permite recoger odio.

Acabemos con los gritos vecinales en los plenos municipales. Hay gente que insulta porque no sabe hacer otra cosa, pobrecillos, pero que se vayan de los plenos. Un provocador en el Ayuntamiento está boicoteando a los representantes del pueblo, rojos o azules, verdes o rosas, porque no dejará hablar a los concejales elegidos ni escuchar lo que dicen. No son ellos y los otros, son los de todos. Debemos impedir que conviertan los plenos en campos de futbol o de combate.

A un provocador insultón, deben echarle sus convecinos por no dejarles escuchar, como se haría en un teatro o una película. Un hooligan de cualquier club es lo menos deseable para todo equipo, incluido el de uno mismo. Muchos concejales sentirán vergüenza por aquellos pendencieros que tratan de ayudarles insultando a los otros. Apaga a los provocadores que tengas al lado, afea su conducta.

Si quiere realizar una protesta, o una asamblea, organícela, seguro que muchos le seguirán si escribe, cuenta y habla con otros. Después, convoque, organice, monte una manifestación a la puerta del Ayuntamiento. Será más efectivo que un grito en un pleno.

No juguemos con las normas de los crispadores. Rechacémoslos. Empezando por los nuestros.