Un poco extraño lo de los pájaros alcorconeros. Para empezar, cada vez veo menos gorriones, (gurriatos), pocas golondrinas y muchas palomas, un exceso de este molesto animal que tanto ensucia y estropea. Últimamente las palomas se acompañan de pajarracos grandes, negros, o negros y blancos, que abarrotan árboles y pisos altos, llenando todo de unas cagarrutas enormes. Yo no entiendo de pájaros, pero me dicen que son mirlos.
Lo que me llama la atención es que la violencia aumenta en estos pajarracos. Hasta hace poco los que se acercaban a mi terraza (vivo en un piso alto) con chistarlos era suficiente para que se fueran, ahora están allí habitualmente y hay que hacer muchos aspavientos para echarlos, y en ocasiones mientras hurgan entre las jardineras se plantan como diciendo ‘ya mí qué’ y en alguna ocasión parecería como si me hicieran frente. Uno de esto pájaros hace pocos meses mató y descuartizó a un canario que tenía cerrado en una jaula. En la pajarería me dijeron que era normal.
Estas especies inundan los parques del pueblo, en los que últimamente se ven muchas cotorras, verdosas y chirriantes, parece que bajan desde Valderas colonizando hasta el parque Alfredo Nobel, en donde he visto varias conviviendo con jilgueros y unas ratas que recientemente he descubierto. Las ratas salen de entre los cuadrados frondosos, que en teoría están cercados al público, los que rodean las mesas de merendero cercanas a las zonas infantiles y aunque no se debe transitar por ellas, los niños entran por los ‘agujeros’ del seto y juegan entre arbustos y piedras porque tiene su aventurilla.
Ratas también he visto en la ‘Avenida las Retamas’, en las dos frondas de arbustos que limitan el bulevar con la calzada a ambos lados de las mesas de terraza que se montan allí por las tardes noches. En ambos lugares (y en al Parque Lisboa) las he visto a media mañana, peleándose por la comida con los pájaros. Ojo a los pajarracos negros, como agreden con el pico a las ratas.
Que todos sean animales que comparten hábitat con nosotros, no evita que sean, por lo menos molestos. Las ratas, que pueden duplicar o más nuestra población están pidiendo a gritos que aumente la población de gatos en esos lugares citados, o que se produzca un tratamiento puntual desratizador. Pero no olvidemos reducir, eliminar o trasladar la población de palomas y pajarracos negros.
martes, 27 de septiembre de 2011
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