martes, 8 de octubre de 2013

Resolver problemas necesita ética. Balance media legislatura

Durante años denuncié las maniobras que practicaban sobre la deuda de Alcorcón. El eje central de mi tesis era que hay que mantener criterios de homogeneidad en las comparaciones para tratar cualquier asunto, y eso porque será imprescindible para aclararlo y resolverlo. De hecho, solo explicando y aclarando al máximo, se muestra verdadero interés por el problema, requisito imprescindible para encontrar soluciones. Lo demás es farfolla, lío, algaradas propias de bandas juveniles, pero no de gente seria y que debería ser respetuosa si se dedica a la política o la información.

Durante largo tiempo se escamoteó la realidad de otras administraciones, si durante meses y años se sigue con el raca raca, habrá que pensar en la mala fe y en la ignorancia, ambas causas deberían descalificar para escribir en medios de prensa o para gobernar parcelas de la administración pública. No es posible obviar que parte de los problemas que tenemos con la crisis económica y política son debidos a un abandono moral en las cúspides financieras y también en políticos, pero no olviden la falta de ética y mala fe de los generadores de opinión, que ocultaron la realidad y siguen haciéndolo hoy; siempre que favorezca a su equipo, a su gente, a sus protectores o protegidos.

En España se ha gastado mucho, por las empresas privadas y por los bancos y por los particulares. Se han apalancado en exceso, han gastado lo que no tenían pidiendo préstamos, en busca de enormes beneficios, que algunos obtuvieron y sacaron de España durante años, eso y no otra cosa se ve en los beneficios que hoy logran multinacionales españolas que trabajan por el mundo, para ellos, no crean que vemos un céntimo. A partir de la hecatombe la Administración pública entró a socorrer, hoy la deuda pública es un enorme problema, junto con la privada.

¿Cuándo gastar mucho, puede considerarse excesivo?, en el momento que el servicio de la deuda acogota y frena la posibilidad de crecimiento. Cuando los intereses de la deuda impiden beneficios y paralizan la actividad. Esta es una de las variables que está aplastándonos a escala país, entre otras cosas. No se puede presumir por esconder el problema bajo la alfombra con más créditos e intereses, no lo resuelve y puede agravarlo, tanto en Alcorcón, como en España. Ahora que estamos en una situación irrepetible de bajos tipos de interés, nos cuesta al año 35.000 millones de Euros el servicio de la deuda española, imaginen cuando los tipos empiecen a subir. Y lo harán a medio plazo. Se habrán percatado de que la cifra de intereses ANUALES que pagamos, es similar a los recortes que pretenden conseguir con la ‘reforma’ de las pensiones en VARIOS AÑOS. Por si no queda suficientemente claro, a los pensionistas nos van a quitar unos 33.000 millones, según sus propios cálculos, para eso hacen la reforma.

Parece indudable que habría que recortar gastos y hacer reformas profundas, pero no se engañen, las reformas en tantas cosas importantes no se están haciendo, solo se cambian algunas cuestiones para adaptarlas a su particular ideología partidista, para beneficiar a los ricos, a las corporaciones, a los intereses financieros, ni siquiera a los intereses productivos, y los tijeretazos se realizan sin ton ni son, o mejor dicho, tijeretazos para recortar beneficios sociales, -el objetivo es reducir el salario indirecto- no están pensados para recortar gastos superfluos, improductivos. Y ¿por qué, reformas y recortes, ambos muy necesarios no se están haciendo? Porque serán imposibles sin amplios consensos, ya que para que fueran efectivas, tendrían que ser estables y duraderas y repartir los costes y esfuerzos, las reformas deberían ser planificadas, consensuadas con todos los agentes sociales, entre los partidos políticos, sindicatos, empresarios… porque los recortes necesarios solo podrán realizarse si todos los partidos y agentes sociales comprometen y deciden en conjunto para no pensar que sacar beneficios añadidos partidistas serán mejor que los beneficios sociales.

Esto que parece sencillo comienza por tener desde el poder una postura inclusiva y no pendenciera y excluyente y el poder lo tienen en diferente medida tanto un alcalde como quien tiene la posibilidad de escribir en un medio de difusión. Si le echo encima la deuda que tiene en el ayuntamiento y le sumo la de las empresas públicas y en el resto de pueblos y administraciones lo oculto, estoy generando crispación gratuitamente, porque no resolveré el problema. Bueno, gratuitamente no, porque ganaré algo, unos votos y al poner a la gente en contra de los otros, habré conseguido excluirlos un poquito de la vida social. Pero.

El problema seguirá latente, no habrá resuelto nada ocultándolo, de hecho las entidades o sociedades vinculadas con la Administración pública siguen existiendo, con sus deudas correspondientes. Esto que salta a la cara de cualquier interesado en estas cuestiones sin mirar demasiado, cuando se oculta intencionadamente muestra una falta de ética en los individuos que lo practican, por lo que deberíamos conseguir su retirada de la vida pública, ya que resultan inservibles para resolver problemas colectivos.

No seré yo quien defienda cerrar o suprimir las empresas públicas o los organismos y entidades dependientes de la Administración, sin realizar estudios previos sobre su capacidad de generar beneficios sociales. Muchos de ellos son imprescindibles, pero está claro que deberían discutirse entre todos.

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