Dirigentes
y militantes socialistas no se explican los resultados electorales, siguen perdiendo
votos. En el pasado enmudecieron ante lo que ocurría, se quedaron sin habla,
sin discurso, y sin exigir responsabilidades a sus dirigentes, y paralizados, les
fue imposible analizar la crisis española sin criticarse a sí mismos. No es que
el PSOE fuera culpable de la misma, -aunque tenía responsabilidades-, al no
aclararse, no podían explicarla, al no poder explicarla a sus militantes y a la
ciudadanía, quedaron manifiestamente incapacitados, sin relatos coherentes que
pudieran hacer entendible el cambio de época que estamos viviendo.
Está
por ver si encuentran un revulsivo para comenzar su recuperación a escala
local, algo que no muestran los datos electorales, que ni siquiera parecen
haber encontrado suelo ¿Por qué a pesar de su monumental derrota en municipales
2011 siguieron siendo incapaces de dar entrada a savia nueva que ayudara a
regenerar el partido? Aquella ruptura de entonces, el partido se rompió en dos,
sirvió para seguir actuando de la misma manera y no para revolverlo todo. El
resultado, siguió cayendo en Municipales 2015.
En
‘Agitando izquierdas. Desde Alcorcón.’ Escrito en 2014 encontrará desarrollada
la crítica al PSOE de Alcorcón, aquí dos páginas:
Reconocer
errores supone rectificar, cambiar la forma de actuar
En Alcorcón, reconocer que
‘quizás el CREAA fuera un error’ es muy poca explicación para entender por qué
los ciudadanos han retirado miles de votos en unas elecciones, -en cuantía muy
superior aquí al resto de ciudades madrileñas, y cercana al doble de la media
de pérdida de la Comunidad de Madrid-. Sin duda la crisis afectó a todo el
socialismo, pero también ofrece poca duda que componentes locales alcorconeros
pesaron en la pérdida de confianza del electorado socialista. Hay que avanzar
en el análisis y ello no es posible sin abrir el partido, que ahora está
cerrado, porque no solo se trata de decir nos equivocamos, se trata de
transmitir que se ha entendido la desafección provocada por el funcionamiento
que permitieron actuaciones erróneas; solo comprendidas, permitirá modificar
actuaciones futuras. Podrían haber convertido el batacazo en oportunidad de
cambio, abriendo puertas y ventanas a las opiniones de la ciudadanía, en el
estilo de ‘tormenta de ideas de los indignados’, y no lo han hecho, perdiendo
la ocasión de llevar razones concretas a la política, además de intereses
ciudadanos.
Veamos ejemplos de
rectificación que indicarían mayor atención prestada a lo sucedido y cuya
aclaración indicaría mayor cercanía a modificar prácticas de funcionamiento
político. El CREAA pudo ser una buena idea, intentaba generar una actividad
económica, social, cultural… con fuerza diferencial en el sur de Madrid podía
intentar ser icónica para un entorno de más de 2 millones de habitantes… buena
idea y mal desarrollada; porque la decisión concreta no se discutió lo
suficiente para realizarlo con mayores apoyos y la menor oposición; todo gran
plan que pretende perdurar es conveniente realizarlo con la colaboración del
resto de fuerzas políticas, o minimizando su oposición. En otra dirección, un
proyecto del que se desconocen resultados, no debió empezarse mastodónticamente
construyendo todos los edificios a la vez, pudo haberse iniciado una fase y no todos
los edificios, previendo la posibilidad de ampliar en el futuro.
En cualquier circunstancia
política o económica, acometer varios grandes planes de inversión
simultáneamente, no está aconsejado por los estudios de riesgos, -salvo
extremas circunstancias que deberían debatirse suficientemente- porque aumentan
las posibilidades de tropiezos grandes ante giros de coyuntura, y aquí en
Alcorcón estamos hablando precisamente de enormes realizaciones coincidentes en
el tiempo. Al Ensanche Sur en marcha, se sumaron la construcción de una red de
parking subterráneos, el macro-proyecto del CREAA, la construcción de centros
cívicos, el mantenimiento habitual de la ciudad, parques, zonas infantiles,
jardines, polígonos industriales, construcción del Centro Unificado y el
Ensanche Norte… ¿A nadie le pareció demasiado en aquellas circunstancias? ¿Ítem
más, acaso no es un error en sí mismo, entender la política como una gran lista
de cosas a realizar?
…/…
Al margen de que crisis y
burbujas fueran visibles o no por las agrupaciones locales o autonómicas, en
cualquier situación del ciclo económico, haber pretendido abarcar tanta
amplitud desde un ayuntamiento de 170.000 habitantes forma parte de las
equivocaciones del PSOE. El Ensanche Sur –uno de los mayores planes de vivienda
pública de España- hubiera requerido varias legislaturas para su realización y
consolidación, sin abrir al mismo tiempo nuevos frentes de construcción y
dispersión de riesgos, no tenía sentido un proyecto de gran crecimiento del
pueblo al norte cuando no estaba consolidado el gran crecimiento del sur. Eran
tiempos en toda España en los que muchas personas soñaban crecimientos de
población del 50%, ¿no estaba claro que doblar la población era una barbaridad,
inconveniente, e imposible?
La red de parkings subterráneos
pudo ser buena idea, -poco discutida ya que no asumida, resulta incómodo ver
representantes de ‘los verdes’ en vídeos de movidas anti parking, al igual que
carriles bicis que previamente discutidos, habrían mejorado sustancialmente evitando
mucho sinsentido-. Parking bajo tierra, buena idea mal ejecutada, debió
acometerse en fases, un parking nuevo tras vender suficientes plazas del
anterior, nunca hasta llegar a acumular más de 4.600 plazas construidas sin
vender. Las urbanizaciones y grandes obras de construcción, se edifican
escalonadas en tiempo y ritmos de inversión y compromisos, tras consolidar
ventas de una, se impulsa la siguiente que esté a medias, y se inicia otra. Se
trata de no empezar todo a al mismo ritmo y comprometer esfuerzos aumentando
riesgos, y eso tanto da estemos en una fase expansiva o recesiva del ciclo
económico.
El error de comportamiento
inapropiado no lo provoca el estallido de la crisis, con ella todo se trastoca
y acrecientan los riesgos, pero el error es anterior, se conociera o no la
existencia de una burbuja, el funcionamiento de los partidos era inadecuado
democráticamente, e inapropiado para conseguir resultados eficientes social y
económicamente. Lo que pusieron de manifiesto las movilizaciones de indignados
no era solo el conflicto socialismo/capitalismo sino algo concreto que suelen
ocultar las grandes discusiones ideológicas, la falta de democracia en partidos
e instituciones apartaba a la ciudadanía de los debates y las decisiones. Y ya
no era soportable.
Seguro que algunos pensarán que
nadie en Alcorcón podría haber previsto la debacle posterior a la burbuja. Es
cierto a medias, relativamente. Los partidos políticos deberían tener, dentro o
fuera de ellos, suficientes conocimientos y recursos intelectuales para estar
al día y poder enfrentar grandes problemas y desafíos, y deberían ser capaces
de transmitirlos comunicando las perspectivas a todos sus militantes y cargos
públicos de cualquier administración, de lo contrario no merecen gobernar. Aquí
en 2007 el pinchazo era visible, en 2008 ya era evidente un giro extremadamente
preocupante provocado por la desaparición del crédito y el desplome del precio
de los activos, quedaba 2009 para intentar cambiar de rumbo, al menos para
minorar el golpe, porque entonces ya era conocido el problemón bancario que
llevaría aparejada la desaparición del crédito por muchos años, lo cual
afectaría a todo el entramado de ilusiones, fueran Ensanche Sur, Norte,
Parkings, CREAA… y quedaba 2010. No hubo cambio de rumbo, ni siquiera el
programa electoral de 2011 contemplaba frenar, más bien al contrario, era una
escapada hacia delante.
¿La deliberación, la decisión y
representación política atañe a lo particular de los individuos o por el
contrario debiera ser asunto colectivo? En todos los partidos tradicionales,
las personas que los conforman, siguen actuando como si fueran feudos particulares,
consideran mayoritariamente que sus problemas les atañen exclusivamente a
ellos, los trapos sucios se lavan en familia. Claro que, entonces la respuesta
lógica será: ¡si son suyos, que se queden con ellos, pero no busquen mi voto
esperando que confíe en quien no lo hace en mí!; la confianza es mutua, no
pidan que les acepten como elegidos, ni siquiera como elegibles, si ustedes no
aceptan que los electores conozcan y participen de sus opiniones y debates en
el grupo. Los electores quieren derechos de ciudadanía, de intervención, saber
qué posturas mantiene cada elegible y por qué, muchos ciudadanos quieren
participar en la construcción de opiniones y decisiones. Este es uno de los
asuntos del por qué estamos aquí, tras el 15-M, y por qué surgió aquel grito de
¡NO NOS REPRESENTAN!
…
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