miércoles, 19 de octubre de 2011

Nuestra Sanidad y Educación, dejen de entregarlas

Desde hace años en la Sanidad Madrileña las doctoras de familia tienen contratos por 3 meses, que se renuevan. O no. Así que esa era la explicación de por qué en el plazo de pocos años han pasado unas cuantas doctoras por la consulta de mi ambulatorio alcorconero de la Seguridad Social, y ahora otra vez cambio de médico. (Comunicado por carta del Consejero de Sanidad)

Hace unos días me diagnosticaron diabetes, parece que para el tratamiento es conveniente una prueba de oftalmología, que me ‘recetaron’. A los pocos días recibo una llamada en la que me indican que la prueba se celebrará en febrero 2012. Pensé que era una broma y así respondí a la señorita, la cual me confirmó que era llamada verdadera del Servicio de Citas de la Comunidad. Hay formas de entregar o derivar la sanidad pública a negocios privados:

1) Una de ellas es generar problemas, aumentar la saturación de servicios, los retrasos, las molestias varias, en pacientes y médicos y así derivan clientes a la sanidad privada, expulsan parte del negocio de la pública a la sanidad privada que crece como la espuma.

2) Otra, ceder derechos públicos a compañías privadas para la construcción y mantenimiento de hospitales. Lo cual sirve para presumir mogollón de hospitales construidos (o escuelas) pero que realizado en este régimen de cesión de derechos nos está costando un riñón, más caro que si fueran totalmente públicos, con la construcción se está produciendo un trasvase de recursos públicos a bolsillos privados. Desde que lo puso en marcha la Sr. Aguirre, hospitales que podrían estar ya pagados totalmente con el dinero gastado en ellos, seguiremos pagándolos durante 25 años más. Y veremos, porque recordarán que durante las elecciones salió aquella carta que las compañías constructoras escribieron exigiendo mayores pagos. Más ‘sobre la Sanidad madrileña’.

Saben ustedes que Madrid figura en penúltimo lugar de la sanidad española, y que es la Comunidad que menos dinero per cápita destina a ello, según los informes de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.

Hace pocos días nos enterábamos de la disputa (vieja ya) entre la Ministra de Sanidad y la Comunidad de Madrid respecto a la forma de contabilizar las esperas sanitarias. Saben ustedes ese que decía en un desfile militar, mire aquel es mi niño, el único que lleva bien el paso y no como los torpes de los demás. Pues eso, según el PP de Madrid todas las Comunidades contabilizan mal, pero resulta que utilizando criterios comunes a todos, sean cuales sean, en Madrid se tarda más en incluir en lista de espera a los pacientes, entre 20 y 40 días. El gobierno del PP de Madrid no crean que solo incumple las leyes dictadas durante gobiernos del PSOE, incumple desde el Real Decreto 605/de 2003 firmado por la ministra Ana Pastor, del PP.

El problema que hay detrás de este asunto es que no es sencillo darse cuenta, ni es fácil explicar a la gente, que al margen de recortes por la crisis hay una parte de nuestros recursos que se están desviando a la sanidad privada, grandes compañías constructoras, hospitalarias y médicas. El problema es que pagamos con nuestros recursos a gestores públicos, políticos del PP en Madrid y Valencia, para que defiendan nuestros intereses y no los de la competencia, las empresas privadas.

Entenderán ustedes la repercusión para los ciudadanos entre una opción y otra, porque una empresa privada tiene como objetivo maximizar beneficios económicos para sus dueños, lo cual implicará hacer rentables los negocios hospitalarios y si para ello fuera necesario reducir médicos, se hará; si hay que acortar estancias en camas hospitalarias a los enfermos, adelantando las altas médicas para aumentar beneficios, lo harán; si una atención médica con 2 análisis preventivos encarece el servicio, para aumentar beneficios se suprimirán, etc. etc.

La cuestión podría estar clara, pero hay que explicarla una y mil veces, en uno y mil lugares, de una y mil maneras, una sanidad pública tiene como objetivo MAXIMIZAR BENEFICIOS SOCIALES entre sus dueños/clientes que somos la ciudadanía y quedará en segundo o tercer lugar el día de abandonar la cama hospitalaria, que estará subordinado al bienestar del paciente, o la realización conveniente de 2 o 4 pruebas complementarias para mejor diagnosticar.

La sanidad española es una de las mejores del mundo y con gran eficiencia económica y social, mejorando la de otros países con mayores gastos pero privatizadas, como la de EEUU por ejemplo. Y ello es así porque un objetivo social, que de forma centralizada gestionen desde lo público políticos controlados suficientemente, con intención limpia y clara de defender a la ciudadanía de la que se cobra, siempre es más eficiente.

Otra dirección en defensa de lo público

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