Leo cosas a raíz de las huelgas de la enseñanza que me resultan poco consistentes. O sesgadas hacia el lateral derecho, en el que no aceptan ver más que un solo camino. Trataré de aportar otro punto de vista para el que quiera tomarlo, insistiendo en un matiz de entrada, afirmo que aquí hay dos posturas muy claras, unos eligen una y otros elegimos otra.
La huelga de la enseñanza tiene gran componente político, sin duda. No hay por qué demonizar que la gente haga política. Realmente lo que ocurre es que algunos no quieren que se haga política en defensa de lo público. ¿Cómo no va tener un carácter político la defensa de la escuela pública?, si hablamos de recursos públicos, de todos, y de un modelo de sociedad, lo más político que existe oiga.
La enseñanza fue una de las varias razones de la guerra civil, y de otras muchas, estaba totalmente en manos religiosas de toda la vida y fue durante la República (y poco antes con el explendor de la Institución Libre de Enseñanza) cuando se intentó desarrollar en el mundo civil, con sentido laico, lo cual se estimó por parte de la Iglesia como una pérdida de poder que no podían consentir. Algo parecido a lo que sucede hoy. Aunque sin tanta violencia. Esta es la política, trata de modelos de sociedad, de cómo organizarlos y de como nos relacionamos.
Motivos políticos para la huelga existen, como hay además motivos sindicales, todos los que afectan a las condiciones de trabajo lo son, y menores plantillas afectan directamente, igual que motivos salariales, o de renovación o no de contratos, etc. Repetiré los que expliqué en mi post anterior: ‘’nuestra educación y sanidad dejen de entregarlas’’
En 10 años, desde 1999 hasta 2009, dominados por el mandato de Esperanza Aguirre, en Madrid el número de centros de enseñanza régimen general, públicos ha pasado de 1.235 a 1.573, han crecido un 27%.
Mientras que los privados han pasado de 809 a 1.611, han crecido un 99%.
El problema es que hay menos recursos públicos, los de todos, que se destinan para la enseñanza pública y que por el contrario se desvían fondos, dinero de todos, para la enseñanza privada que aumentan la desgravación de 500 a 900 euros per cápita. En la crisis, aumentan las transferencias de dinero de todos para los bolsillos privados, qué bonito. Esto lo recoge fielmente la carta de agradecimiento que puede enlazar.
Pero es que además, los gobernantes elegidos, que son cargos públicos y por consiguiente tienen la obligación de cuidar y defender a fondo el patrimonio colectivo, el de todos, dedican una parte de su actividad a potenciar y defender lo de unos pocos, lo privado. Por la red circulan vídeos de la Consejera Lucía Figar hablando en una asamblea de Comunión y Liberación dice ‘’la intromisión excesiva del Estado en la educación’’,…‘’en esta fase de expansión de centros concertados, muchos de los proyectos nuevos estén en manos de religiosos laicos’’. Se refiere a organizaciones ultra religiosas.
Como digo en otras partes, en la empresa privada, estas personas serían despedidas fulminantemente. Porque defienden y desvían recursos a la competencia, mientras cobran un sueldo por defender el Estado. Traición se llama esto.
Parece que hay actuaciones políticas diferentes que esconden proyectos sociales distintos. En un caso se potencia la creación de élites dirigentes vinculadas a la Iglesia católica, en el otro se apuesta por ciudadanos libres para la convivencia en una sociedad más igualitaria. Ambos proyectos tienen sectores sociales que les apoyan,
Si te interesara el tema de las subvenciones aquí opiné sobre ello.
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