Mi Seat tiene 20 años, así que empecé a mirar las posibilidades de cambiarlo.
Fuí a la representación de Volkswagen en Alcorcón, y salí cabreado por su mala atención.
Nadie me hizo caso, nadie me preguntó, nadie me atendió, pasados 15 minutos salí corriendo cabreado.
Dado que la marca alemana es importante un hijo me convenció para volver a preguntar en Volkswagen.
He
buscado en todos los concesionarios de todas las marcas, he sido muy
bien atendido en todas ellas, una un poco peor, y algunas francamente
bien, por ejemplo en Skoda.
Volví a sentirme despreciado y salir cabreado. Nadie, insisto nadie, se dirigió a nosotros durante el tiempo que estuvimos brujuleando por el espacio de muestras, éramos tres adultos mayores, perfectamente visibles y audibles.
Por segunda vez en tres meses varios empleados sentados en las mesas nos ignoraron, parecían hacer algo, menos atender, saludar y preguntarnos.
Quizás tenían mucho trabajo, o quizás amparados/ilusionados en el nombre de la marca esperan que la gente les suplique de rodillas comprarles un coche.
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