Antes de seguir, les manifiesto que
tengo más que un gran respeto por la bandera de la IIª República Española de
1931, la tricolor. En muchos casos siento gran cariño por ella al recordar la
labor desempeñada por muchas personas avanzadas a su tiempo, siendo una muestra
de su labor digna del reconocimiento mundial las transformaciones realizadas en
la educación. Pero ojo, toda moneda tiene dos caras, tampoco no puedo olvidar
que bajo esa bandera se criaron militares golpistas.
Mi opinión toca diferentes aspectos, uno es el error electoral que cometen quienes desean ganar, pero pretenden
convencerse de que las mayorías seguirán sus deseos, logrando por el contrario arrinconarse,
separándose de las mayorías ciudadanas. Este aspecto lo desarrollé ampliamente
en el libro ‘Podemos o no Podemos. Esa es la cuestión’ que terminé en enero
pasado.
Basándome en sus declaraciones,
documentos, actividad política,… deduzco que uno de los grandes objetivos de IU
y Ganemos, es la victoria electoral, -Podemos cuida bastante más los símbolos- la
posibilidad de formar gobierno en el ámbito nacional o local necesita abandonar
percepciones extremas y sumar y sumar y dudo mucho que la presencia de la
bandera republicana sume más votos de los que ya lograron esas formaciones
políticas, y que fueron insuficientes para ganar elecciones anteriores,
quedando a considerable distancia del primero. Las preguntas que deberían haberse
hecho al decorar los dos chiringuitos son ¿Cómo podemos atraer más simpatías de
las que tenemos? ¿Cómo acercarnos los que somos, a más gente nueva?
Si de verdad quisieran ganar –y
parece bastante claro que Iglesias, Echenique, Errejón, Bescansa… han afirmado
repetidamente que su objetivo central es ganar- está meridianamente claro que
necesitan sumar más allá de los votos izquierdistas, (1.2) quiere decir que es
vital incorporar votantes de centro izquierda y centro derecha (3.4.5.6 del eje
izquierda derecha) y para eso la tricolor es un hándicap.
En este mismo blog escribí dos
artículos de agosto de 2013, referidos a los símbolos, principalmente la bandera
española, pero que pueden servir para el asunto que nos ocupa. Aquí unos párrafos: ‘Qué carajo tenemos un serio problema’
''Así,
para mucha gente, los símbolos de la patria, son los españoles, las personas
que viven sufren y trabajan, o quieren hacerlo, aquellos sin los cuales la
sociedad dejaría de funcionar o simplemente no existiría. Los símbolos de la
patria son los desahuciados por los banqueros, o los niños que necesitan
comidas en colegios públicos para mantener dignamente la población, el símbolo
patrio se percibe en el sistema sanitario español, uno de los mejores y más
baratos del mundo, construido durante años por los españoles que estaban ajenos
a banderas,…
¿Y
todo esto tiene que ver con el pueblo? Pues parece claro que sí, todos tienen
derecho a poner o reconocer símbolos legales, faltaría más, pero si de verdad
queremos unir, incluir, o queremos intentar resolver el problema de la
aceptación colectiva de los símbolos, debemos partir de las realidades citadas
anteriormente. Si con actos públicos, gubernativos, seguimos obligando a que
todos nos quieran, solo agravaremos la exclusión de los vecinos, si queremos
imponer símbolos sin consensos, aumentamos la crispación de amplias mayorías
contra el símbolo, aunque quizás aumente la satisfacción de algunos pocos.''
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