martes, 22 de septiembre de 2015

La cuestión de la lengua es uno de los ejes independentistas

          
El catalán continúa siendo perseguido hoy en día.
El objetivo final de los poderes españoles es hacer desaparecer el catalán o transformarlo en una reliquia folklórica y residual.
Cercle Catalá de Negocis. CCN.

¿De verdad estamos así como dice el CCN? La lengua catalana fue motivo de polémicas desde antiguo, en el siglo XVI las disputas tomaron la forma en torno a decidir, en qué habla realizar la enseñanza religiosa, ganando el castellano la batalla de las predicaciones, pero más importante aún ganó la batalla de los mercados, que no impone la monarquía, se escogen por los catalanes en idioma castellano libros, folletos, normas, de relaciones comerciales, culturales y políticas, porque permitían mayor desarrollo de Catalunya. Este podría ser el caso en la actualidad, más acentuado ya que siendo el castellano el segundo o tercer idioma del planeta, parece que la defensa del catalán entendido como sustitutorio tiene la batalla perdida porque perjudicará los intereses de los catalanes en un mundo globalizado necesitado de relacionarse, para investigar, para trabajar e influir comercial y políticamente, lo cual no evita defenderlo y mantenerlo como complementario. Por supuesto contando con el pueblo propietario de la lengua, los catalanes son el pueblo español que más valora su lengua materna que sin duda está avanzando en estos años de democracia.

El 56 % de los catalanes tuvieron el castellano como lengua inicial, el 35 % en catalán y el 7% otras lenguas.
La capacidad de entender, hablar y escribir el catalán en los territorios de lengua catalana ha mejorado de manera general en los últimos 23 años.
“Conocimientos y usos del catalán en Cataluña en 2010: datos del Barómetro de la Comunicación y la Cultura”. www.fundacc.org.  2011.

La realidad es que el avance del catalán es arrollador, apoyado sin cortapisas, se ha utilizado como una de las armas de esta contienda al pretenderlo prioritario y vincular reivindicaciones históricas fuera de contexto con la realidad actual, sin mirar los enormes cambios producidos desde hace tantísimos años. Hoy es poco adecuado aferrarse al idioma para definir el carácter nacional diferenciador,  dado su carácter opresor sobre un alto porcentaje de población castellanohablante, la más vulnerable de la que construye actualmente Cataluña. Hasta no hace mucho, no existía conflicto lingüístico, la sociedad catalana era bilingüe, aunque el idioma castellano era el mayoritariamente utilizado por el pueblo que vive y trabaja en Catalunya, según indican las encuestas (EULP 2008), la Generalitat dice en su Encuesta de Usos Lingüísticos de la Población de 2008, que la lengua inicial para los mayores de 15 años fue el castellano, sobre el catalán en proporción 55% sobre 31.6%. Si hubiéramos de mantener criterios decisorios de las mayorías, quizás poco de la política lingüística catalana podría desarrollarse tal como se hace ahora, porque si la mayoría decide según los criterios democráticos no habría por qué dar prioridad a la minoría hasta el punto de que ésta ocupe el primer plano en la dirección de todos los procesos culturales y políticos con tendencia a aplastar al resto.

Resultats de l’Enquesta d’usos lingüístics a la població 2008

El 35,6% de la població adulta diu tenir el català com a llengua habitual,   el 45,9% manifesta que té el castellà i el 12% declara tenir tant el català com el castellà com a llengües habituals.
Generalitat de Catalunya.

Ayudas, subvenciones y apoyos variados son prestados a la minoría, los debates parlamentarios y gubernamentales están celebrados en el idioma minoritario, la representación legal, administrativa y política y una gran parte de la cultural, están dominados por el idioma minoritario. Las élites de poder en Catalunya son monolingües, muestra de su alejamiento del pueblo al que dicen representar, han sido extremadamente selectivas, nacionalistas en su gran mayoría, y briznas de independentismo, que durante muchos años los catalanes decidieron que fuera minoritario y es ahora cuando  las encuestas lo dan como mayoritario. ¿Pueden imaginar cómo sería la relación en el nuevo estado si la situación  hoy es así? ¿Están dispuestos a aceptar en igualdad a los otros, o son excluyentes tal como hoy se presentan, o lo serán más?

Seguro que lo anterior encontraría explicaciones, pero ninguna justifica que esta política sea selectiva y discriminatoria con las mayorías que tienen otro idioma. Este parapeto del que se dotan las élites catalanas es difícilmente salvable para la integración de los emigrantes de primera y segunda generación en los puestos relevantes de poder, decisión y representación de la sociedad catalana. Es cierto que una lengua hay que mantenerla, cuidarla, amarla y probablemente practicar discriminación positiva, pero hasta un punto, o ¿acaso fiscalmente hay que poner límites a la solidaridad como piden, y a las políticas de discriminación no? ¿En el seno de Catalunya hay una sola sociedad, o varias?, o una sociedad compuesta de múltiples personas e intereses muchos de ellos contrapuestos, pero cuyas leyes actuales permiten y garantizan la vida en común de todos en igualdad de derechos.



“Estos niños y niñas sacrificados bajo el durísimo yugo de la inmersión lingüística en catalán sacan las mismas notas de castellano que los niños y niñas de Salamanca, de Valladolid, de Burgos y de Soria”.
Artur Mas, en el Parlamento autonómico (28 de septiembre de 2011)

“[El sistema de inmersión] permite alcanzar niveles satisfactorios en el conocimiento tanto del catalán como del castellano”.
Fundació Escola Cristiana de Catalunya (2 de septiembre de 2011).

No es cierto que los datos PISA ofrezcan buenos resultados de comprensión del castellano en Catalunya, sus conclusiones se han demostrado manipulables, según la intervención del responsable de los informes PISA 2003, 2006 y 2009, Joaquim Prats, ex presidente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de la Generalidad, declara que se hacían en catalán y no en castellano. En la población escolar ya es notoria una falta de comprensión de la lengua mayoritaria. La pregunta es, en caso de segregación, ¿habría bilingüismo? ahora ya falta en muchas partes, ¿o sería perseguida abiertamente y sin tapujos la de uso mayoritario?

Extractos de mi libro, de descarga gratuita ''Catalunya. Camino a la secesión''

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