Qué lástima de socialistas,
como han ido desperdiciando la fuerza que tuvieron en años pasados. Sordos y
cerrados a cal y canto, ahora deberían pasar un período de readaptación, cambiar
de equipo dirigente y mirar más allá del PP y aceptar realidades distintas,
gentes nuevas y sobre todo, pararse a pensar e intentar comprender cuales
fueron sus errores, lo cual requiere reflexión antes de respuestas, para ello hay que
empezar por hacerse las preguntas adecuadas, en silencio, cada individuo,
alejado del fragor de la batalla diaria que en ocasiones solo es utilizada como
coartada para no querer mirar atrás las propias responsabilidades en actitud, palabras y actos.
Extractos de mi
trabajo ‘Agitando izquierdas. En Alcorcón. Y donde haga falta’
Dentro de mis amigos socialistas, todos mayores,
algunos fueron cargos electos y han abandonado el partido en estos años, unos quemados de intentar cambiarlo desde
dentro se fueron a casa, otros, metidos en procesos de construcción de nuevas
formaciones como Equo, de la que salen al poco tiempo aburridos y se ponen a
impulsar Podemos u otros proyectos. Algunos siguen militando dentro, incluso
con cierta responsabilidad madrileña, dicen estar hartos de la poca discusión y vida política interna, al menos
éstos son de los pocos que escuchan. Otros amigos militantes socialistas desde
antes de la muerte de Franco, insisten en que fuera no hay lugar para nada, por
tanto se cuecen en sus propias ideas internas y cierran sus oídos a cualquier
análisis, comentario o crítica de la situación.
La cuestión que se plantea mucha gente, queda
reflejada en una triple cuestión:
1) ¿Un gran conglomerado progresista
fue útil en el pasado?
2) ¿El papel
de conglomerado progresista que el PSOE tuvo antaño está vacante?
3) ¿Podría o
tendría que ser sustituido por otro partido o coalición? O por el contrario los
militantes socialistas tendrán las suficientes agallas como para reconducir la
situación, lo cual implica a muchos de ellos echarse a un lado y abrir puertas
a gente nueva.
Rectificar es de sabios. Pero de sabios que se han
equivocado. Reconocer errores no es confesar culpas y seguir haciendo lo mismo,
implica sobre todo modificar comportamientos, para lo cual es imprescindible
escuchar, porque si hasta ahora no los han reconocido-modificado, quizás no
sepan exactamente qué quiere la gente. También puede ocurrir que no quieran
aceptarlo, o peor aún, se consideren fuera del foco de responsabilidad por lo
ocurrido, -ya saben culpables los mercados y el liberalismo, nunca decisiones
concretas- en todo caso, sin abrirse a otras opiniones ajenas a compadres de
militancia de estos años será imposible modificar actitudes, y estarán
contribuyendo a destruir el partido, cuando quieran darse cuenta de ello será
demasiado tarde.
…
Los socialistas no sintieron necesidad de aclararse
El PSOE sigue sin dar explicaciones ni aportar
análisis de su actuación de años atrás, lo cual lleva a desconfiar de que hayan
entendido a los ciudadanos, y lo ocurrido, que no solo era una crisis
internacional provocada por las subprime de
EEUU y posterior quiebra de Lehman Brohters, como todavía
decían en mítines de la campaña municipales de 2011 –escuchado en Alcorcón un
responsable del PSM-. No solo fue aquello, porque la burbuja inmobiliaria
española existió, que es una de las partes más graves de nuestra propia crisis
económica, y no hicieron lo adecuado, al igual que otros muchos componentes de
nuestras crisis internas que se agravaron sin duda, por la crisis financiera
internacional y posteriormente la crisis de deuda en Europa. Todas diferentes,
interrelacionadas y sobrealimentadas entre sí golpeando España.
Personas cercanas, asesores, militantes del PSOE
altamente cualificados avisaron y fueron apartados o ninguneados: como Julio
Rodríguez y Ricardo Vergés, grandes expertos inmobiliarios; el propio Miguel
Sebastián en la campaña a alcalde madrileño, antes de formar parte del equipo
económico de Zapatero, antes de ser ministro, advertía de los graves riesgos de
la burbuja; asesores de Moncloa, Andrés Ortega, reputado intelectual, conocía
los peligros del nuevo siglo; y un largo etc. entre los que conviene incluir a
Zaplana y su aviso antes de irse, de posible quiebra en Cajas Mediterráneas.
Todo se fue tapando con declaraciones oficiales del gobierno y del partido, de
Chacón, Bibiana, Zapatero… no había burbuja, no había problemas financieros, no
había problema competitividad… (Y por supuesto tapándose con las opiniones del
PP de Aznar, inmobiliarias, banqueros, prensa, etc.)
La cuestión es importante porque se quieren evitar
responsabilidades al extender la mentira de que nadie vio lo que se venía
encima, entendiendo por ello la quiebra de Leman Brothers y repercusión
posterior en forma de crisis financiera internacional, pero la burbuja
inmobiliaria y de crédito española fue avisada suficientemente, otra cosa era
cuantificar la repercusión precisa de su pinchazo. Desde luego nadie sabía
exactamente de su enorme poder destructor, pero había muchas personas altamente
cualificadas y cercanas a los círculos de poder que avisaban en la primera
legislatura socialista 2004/2008 que entrábamos en una crisis fortísima sin
estar suficientemente preparados para resistirla, no fueron escuchadas, el
PSOE, fue impermeable. Igual que el resto de partidos e instituciones. El
problema de fondo que no abordan es ¿por qué el partido estaba tan cerrado a
escuchar y debatir posibilidades? ¿Cómo pudo alejarse tanto del modelo de
partido de la Transición que tantos éxitos reportó?
…
Este modelo individualista,
personalista, llega a todos los rincones del partido, también los documentos,
faltaría más, pero son menos visibles y calan menos en comportamientos de
militancia, la forma de hacer se difundía desde la cúspide, el Presidente del
Gobierno Sr. Zapatero tomaba demasiadas decisiones fuera del Consejo de
Ministros, como algunos altos cargos se han encargado de recordar, me enteré en
la mesa del Consejo de Ministros, demasiadas decisiones fuera de las
Instituciones, eligió hasta Presidente del Congreso de los Diputados,
decisiones fuera de los órganos y debates del partido, nombramientos, elección
de altos cargos, decisión de alianzas, de políticas nacionales e
internacionales,… esta forma de proceder se extendió por Comités de Dirección y
entramados de mando en las agrupaciones socialistas.
El Presidente Zapatero se
alejaba del Gobierno, no atendía a su partido, que a su vez no hacía caso a sus
militantes, y éstos no escuchaban a sus votantes, una forma de devaluar el
trabajo colectivo el cual fue desapareciendo como estilo de funcionamiento,
precisamente en una época de grandes dificultades para la socialdemocracia
hacían la vida interna más difícil para adaptar y comprender. Se produjeron
demasiadas decisiones al margen de los equipos y la ciudadanía, y por el
contrario se instaló un estilo basado en la poca participación que ellos
entienden como de la democracia representativa, los militantes que ingresaron
en el aparato del partido desde jovencitos han hecho su carrera dentro del
mismo sin apenas relación con el trabajo laboral y el mundo exterior, y creen
que funcionar así es lógico.
…
En las elecciones municipales de 2011, el PSOE obtuvo en
Alcorcón un 31.41% de los votos en las
elecciones generales, meses después, siguió perdiendo votos, logró sacar un
28.68%. A pesar de todo siempre es posible encontrar a otros peor situados, el
PSOE en Alcorcón mejoraba datos respecto al conjunto de los socialistas en la
Comunidad de Madrid, que obtuvieron en las elecciones municipales un 24.13% y
en las elecciones generales meses después, lograron un 26.03%. en ambas
elecciones los socialistas de Alcorcón no eran los peores de la Comunidad madrileña,
lo cual pudo actuar de cortina de humo que impìdiera ver el fracaso
alcorconero. Aquel vuelco electoral era la manifestación de un fracaso que
nadie explicó, y que continuó y continua, costó rupturas internas, pero tras
ellas los socialistas alcorconeros siguieron su andadura con parte de los
mismos dirigentes, iguales métodos y proyectos, como si no hubiera pasado
absolutamente nada, y aquel desastre siguió. La la nueva era de pérdida de
competitividad europea, la globalización, mercados y emergentes, la crisis, su
gestión, su ceguera y sordera ante la nueva realidad, la burbuja inmobiliaria y
de crédito, todo hizo estragos en este país y cambiaron profundamente la
realidad española para muchos años, pero ellos siguieron sin adaptarse como si
no pasara nada. Pero la gente veía otras cosas.
…
Puertas
y ventanas cerradas impidieron enterarse de lo que sucedía
Después de lo ocurrido en estos
años, los partidos deberían ser hervideros de discusiones, deberían generar
intensas discusiones y debates máxime en los partidos de izquierdas, el retraso
en reaccionar para dar explicaciones es alarmante, desconocemos relatos
oficiales que sean coherentes explicando lo ocurrido, no conocemos las
responsabilidades de cada cual en decisiones concretas y líneas de actuación
que se llevaron a cabo que ahora nadie parece querer asumir. La ciudadanía, los
votantes, desconocemos los problemas que identificaron las secciones locales en
cada localidad, en cada agrupación y los intentos que hicieron para
corregirlos, no sabemos por qué tomaron unas decisiones en vez de otras, y
seguimos sin distinguir en sus líneas de actuación política las alternativas de
corto plazo, de los sueños para futuros indeterminados, seguimos sin conocer
planes de salidas reales que modifiquen la situación, a corto plazo.
El caso es que mucho debería
cambiar, más rápido, más fuerte, más lejos, de lo que estamos viendo, pero el
primer paso para ello sería plantearnos ‘algo mal se estará haciendo para que
crezca la desafección hasta poner en peligro el sistema’. Pregunta que deberían
formularse los militantes de toda condición, antes de sufrir mayores batacazos,
que son posibles. Debates no faltan, pero deben ser aún insuficientes ante la
parquedad de los resultados que se aprecian. La crisis abrió el melón de la
regeneración democrática, que empezó a removerse en el lateral izquierdo,
siendo un gran aldabonazo el 15-M, que entre otras supuso el cuestionamiento de
las formas de representación, debate y decisiones en torno a la actividad
política.
Si no queremos reproducir los
errores del pasado estamos obligados a considerar las ideas más diversas, justo
aquellas de quienes están más alejados que nuestros propios compañeros. Resulta
increíble lo que sucede desde hace años en los grandes partidos; cuando yo era
joven los activistas teníamos como misión hacer, activar, reivindicar,
estudiar, agitar… y una misión fundamental, conseguir que la gente se moviera,
buscábamos cualquier colaboración, ligarnos al nivel de cada persona, el
objetivo era lograr la participación, ahora parece que las estructuras de los
partidos y sus militantes solo quieren adeptos que voten, sin discusión,
quieren que miremos como espectadores, si alguien quiere colaborar, actuar, le
ponen pegas.
…
Los partidos han estado tantos
años sin abrirse a realidades diferentes que han logrado que los cerebros solo
capten señales del propio clan, por ello despreciaron todo aviso, llamada, u
opinión que contradecía a la tribu, no estaban preparados para captar nuevas
formas y cambios hasta el punto de que los partidos están tirando por el
precipicio el sistema/régimen sin hacer nada por impedirlo, de tal forma que
hoy el mayor enemigo del PP y del PSOE –o del PCE- son sus propias direcciones
y militantes manifiestamente anquilosados ante la opinión de la inmensa mayoría
de ciudadanos, como muestran repetidamente los datos de numerosas encuestas,
además de opiniones nacionales, internacionales, la ciudadanía hoy en España va
por delante de los partidos respecto a exigencia de cambios necesarios.
Y aquí estamos en Alcorcón,
mirando al lateral izquierdo, porque será condición necesaria, aunque no
suficiente, tratar los problemas localmente. Será imposible resolver el
problema general si no se aborda en cada localidad, al igual que resultará
insuficiente hacerlo en particular y no en general.
…
Son
necesarias más explicaciones. En Alcorcón y en todas partes
Comienza la actual legislatura
en Alcorcón en las elecciones de 2011 con una descomunal derrota socialista,
sin que hasta el momento hayamos tenido explicación pública de qué pasó y por
qué perdieron casi un tercio de los votos logrados en 2007, fueron 12.681 votos
menos –pasaron de 39.487 a 26.806- que representaron una caída del 15% de
votos, cifra superior a las de otros pueblos del área –la caída fue bastante
mayor en Alcorcón, que en el conjunto de la provincia madrileña-. Los análisis
publicados por los socialistas sobre tal desastre han sido insuficientes.
Escribí: En unas elecciones, la debilidad del contrario, sobre
todo cuando gobierna, pesa tanto o más, que la fortaleza propia. En las pasadas
elecciones municipales –y generales- perdió el PSOE más que ganó el PP, las
bases sociales vinculadas a la alternativa socialista los abandonaron exigiendo
grandes cambios.
Ahora ya no sirve reconocer
errores de despilfarros, y punto. Hay que profundizar, ¿por qué el
funcionamiento normal no permitía advertirlos a tiempo?, ¿Por qué tan poca
permeabilidad con la ciudadanía? Surgen cuestiones en la relación entre partido
y electores, de entrada reconocer que existe la relación y está descompensada,
demasiado peso entienden en el partido como órgano colectivo de representación
y poco en las bases sociales susceptibles de ser representadas, los ciudadanos
que eligen a sus representantes perciben falta de atención de éstos y esperan
sus respuestas.
Este asunto no se resuelve con
primarias, ni con una reunión vecinal para contar y sacar listas de
reivindicaciones, ambas cuestiones necesarias, pero lo que pide una revisión
completa es la relación que se establece entre representante y representados.
Lo que se está planteando es una relación abierta o cerrada entre electores y
elegidos, en donde los representantes no sean dueños exclusivos de la llave
decisoria de abrir o cerrar la comunicación. Los electores se sentirán
representados si pueden actuar y decidir, escuchar y hablar, discutir y opinar,
la comunicación se producirá solo si existe en ambas direcciones.
…
Reconocer
errores supone rectificar, cambiar la forma de actuar
En Alcorcón, reconocer que ‘quizás
el CREAA fuera un error’ es muy poca explicación para entender por qué los
ciudadanos han retirado miles de votos en unas elecciones, -en cuantía muy
superior aquí al resto de ciudades madrileñas, y cercana al doble de la media
de pérdida de la Comunidad de Madrid-. Sin duda la crisis afectó a todo el
socialismo, pero también ofrece poca duda que componentes locales alcorconeros
pesaron en la pérdida de confianza del electorado socialista. Hay que avanzar
en el análisis y ello no es posible sin abrir el partido, que ahora está
cerrado, porque no solo se trata de decir nos equivocamos, se trata de
transmitir que se ha entendido la desafección provocada por el funcionamiento
que permitieron actuaciones erróneas; solo comprendidas, permitirá modificar
actuaciones futuras. Podrían haber convertido el batacazo en oportunidad de
cambio, abriendo puertas y ventanas a las opiniones de la ciudadanía, en el
estilo de ‘tormenta de ideas de los indignados’, y no lo han hecho, perdiendo
la ocasión de llevar razones concretas a la política, además de intereses
ciudadanos.
Veamos ejemplos de
rectificación que indicarían mayor atención prestada a lo sucedido y cuya
aclaración indicaría mayor cercanía a modificar prácticas de funcionamiento
político. El CREAA pudo ser una buena idea, intentaba generar una actividad
económica, social, cultural… con fuerza diferencial en el sur de Madrid podía
intentar ser icónica para un entorno de más de 2 millones de habitantes… buena
idea y mal desarrollada; porque la decisión concreta no se discutió lo
suficiente para realizarlo con mayores apoyos y la menor oposición; todo gran plan
que pretende perdurar es conveniente realizarlo con la colaboración del resto
de fuerzas políticas, o minimizando su oposición. En otra dirección, un
proyecto del que se desconocen resultados, no debió empezarse mastodónticamente
construyendo todos los edificios a la vez, pudo haberse iniciado una fase y no
todos los edificios, previendo la posibilidad de ampliar en el futuro.
En cualquier circunstancia
política o económica, acometer varios grandes planes de inversión
simultáneamente, no está aconsejado por los estudios de riesgos, -salvo
extremas circunstancias que deberían debatirse suficientemente- porque aumentan
las posibilidades de tropiezos grandes ante giros de coyuntura, y aquí en
Alcorcón estamos hablando precisamente de enormes realizaciones coincidentes en
el tiempo. Al Ensanche Sur en marcha, se sumaron la construcción de una red de
parking subterráneos, el macro-proyecto del CREAA, la construcción de centros
cívicos, el mantenimiento habitual de la ciudad, parques, zonas infantiles
jardines, polígonos industriales, construcción del Centro Unificado y el
Ensanche Norte… ¿A nadie le pareció demasiado en aquellas circunstancias? ¿Ítem
más, acaso no es un error en sí mismo, entender la política como una gran lista
de cosas a realizar?
Y aquí inserten el matiz previo
anterior, recuerden la construcción de una carretera por debajo de la existente
de Extremadura, colindante con la Casa
Campo, para dotar a ese kilómetro de
entrada a Madrid de un jardín, al lado del mayor pulmón verde madrileño; Dice Félix
Arias sobre la M-30 en el curso ‘Economía, poder y mega proyectos’ ‘El colapso de coches,
después de las obras, es el mismo, pero invirtiendo 5.000 millones de euros,
cuando se había anunciado un coste de 1.700. Eso sí, se hacen con “las
tuneladoras más grandes del mundo” que, casualmente, cuando se adjudican las
obras, ya están construidas. “Es la autopista más cara del mundo por
kilómetro”. La clave: dar mejor acceso a las radiales de Madrid, especialmente
a las de pago, y poner en valor así fincas a veinte y treinta kilómetros del
centro de la ciudad’. Otro
ejemplo del PP, la construcción de un gran teatro de ópera en el Escorial, que
se utiliza solo unos pocos días al año, o edificios singulares, deportivo
culturales imposibles de mantener, con el cuento de futuras olimpiadas,… si no
les gusta Madrid gobernada por el PP desde muchos años atrás, den una vuelta
por el
corrupto Levante, la Comunidad Valenciana y su gigantesca basura y derroche, votada en mayorías absolutas
masivamente por los valencianos, o por otros puntos de España.
Al margen de que crisis y
burbujas fueran visibles o no por las agrupaciones locales o autonómicas, en
cualquier situación del ciclo económico, haber pretendido abarcar tanta
amplitud desde un ayuntamiento de 170.000 habitantes forma parte de las
equivocaciones del PSOE. El Ensanche Sur –uno de los mayores planes de vivienda
pública de España- hubiera requerido varias legislaturas para su realización y
consolidación, sin abrir al mismo tiempo nuevos frentes de construcción y
dispersión de riesgos, no tenía sentido un proyecto de gran crecimiento del
pueblo al norte cuando no estaba consolidado el gran crecimiento del sur. Eran
tiempos en toda España en los que muchas personas soñaban crecimientos de
población del 50%, ¿no estaba claro que doblar la población era una barbaridad,
inconveniente, e imposible?
…
El error de comportamiento
inapropiado no lo provoca el estallido de la crisis, con ella todo se trastoca
y acrecientan los riesgos, pero el error es anterior, se conociera o no la
existencia de una burbuja, el funcionamiento de los partidos era inadecuado
democráticamente, e inapropiado para conseguir resultados eficientes social y
económicamente. Lo que pusieron de manifiesto las movilizaciones de indignados
no era solo el conflicto socialismo/capitalismo sino algo concreto que suelen
ocultar las grandes discusiones ideológicas, la falta de democracia en partidos
e instituciones apartaba a la ciudadanía de los debates y las decisiones. Y ya
no era soportable.
Seguro que algunos pensarán que
nadie en Alcorcón podría haber previsto la debacle posterior a la burbuja. Es
cierto a medias, relativamente. Los partidos políticos deberían tener, dentro o
fuera de ellos, suficientes conocimientos y recursos intelectuales para estar
al día y poder enfrentar grandes problemas y desafíos, y deberían ser capaces
de transmitirlos comunicando las perspectivas a todos sus militantes y cargos
públicos de cualquier administración, de lo contrario no merecen gobernar. Aquí
en 2007 el pinchazo era visible, en 2008 ya era evidente un giro extremadamente
preocupante provocado por la desaparición del crédito y el desplome del precio
de los activos, quedaba 2009 para intentar cambiar de rumbo, al menos para
minorar el golpe, porque entonces ya era conocido el problemón bancario que
llevaría aparejada la desaparición del crédito por muchos años, lo cual
afectaría a todo el entramado de ilusiones, fueran Ensanche Sur, Norte,
Parkings, CREAA… y quedaba 2010. No hubo cambio de rumbo, ni siquiera el
programa electoral de 2011 contemplaba frenar, más bien al contrario, era una
escapada hacia delante.
…
La
legislatura municipal arrancó en 2007, año en el que explotaron las hipotecas
subprime en EEUU, cuya burbuja inmobiliaria se desinfló en 2006, que es cuando
los precios de la vivienda frenan como consecuencia de la subida de tipos de
interés de 2005, y en meses comienzan a caer, comportamiento paralelo al
manifestado en España. La quiebra de Lehman Brothers se produce en
septiembre de 2008, comienza la crisis financiera internacional. En España la
burbuja inmobiliaria llamaba la atención a mucha gente desde años antes,
Mariano Guindal, en ‘El declive de los dioses’ Planeta 2011, pp. 459, relata
una conversación con Miguel Sebastián, responsable del programa económico
socialista, en campaña electoral de 2004, éste advertía de la gravedad de la
burbuja española y su inevitable estallido, que se llevaría todo por delante
empezando por los bancos, entonces era hombre de confianza de Zapatero, cuando
los socialistas ganaron las elecciones generales, no aceptó ser ministro de
economía -pasó a la oficina presupuestaria, gabinete económico de Zapatero,
años después fue nombrado ministro-.
En
los municipios uno se pregunta sobre si la militancia no tuvo dudas, tanto en
los grupos de gobierno como de oposición porque, al menos, ante las dudas de
gente que está metida en el trabajo diario de administrar, debió aparecer el
sentido común y ante el desplome de ingresos tributarios municipales quizás indicaba
que se debía haber frenado en lo posible todo proyecto no esencial, -todos no
pueden ser esenciales, por definición solo puede ser alguno, porque si todos lo
fueran se estaría afirmando que ninguno destacaría- frenar el desarrollo
desbocado de tanto gran proyecto realizado a la vez, reducir la grandiosidad
del CREAA, dejar sin construir algún centro cívico, o aparcamiento, etc.
…
Faltó
comunicación, pero eso no quiere decir que fueran malos comunicadores, no
confundan, faltó interrelación con el mundo exterior al grupo, en las sedes
centrales del partido y en las agrupaciones locales, comunicación no solo es
contar cosas a un periódico, sino convencer a la ciudadanía de que aquello que sufre
es lo que realmente pasa tal como dicen ellos, -aquel sistema financiero
español del que debía aprender el mundo, se convierte hoy en pieza esencial de la
campaña de recuperación del PP, choca con la realidad de la gente que vive
destrozada, pero en aquel entonces de Zapatero era la mitad de un sistema
financiero quebrado- Para la campaña de municipales de 2011, estaba claro que
no habían entendido la situación que atravesábamos la ciudadanía, ni la que
estaban viviendo los militantes, actuaban como si no hubiera ocurrido nada
especial, en los programas electorales continuaron hablando de enormes planes
de desarrollo, en un país que transitaba la senda de ser rescatado e
intervenido desde mayo de 2010. Su ignorancia era patente aún cuando se les
avisaba de que el crédito había desaparecido para muchos años, estaban cerrados
en su torre sin escuchar, no es extraño que respondieran que ‘el dinero no es
problema’.
…
No hay comentarios:
Publicar un comentario