En Alcorcón tenemos miedo. Como para no tenerlo. El
ébola entró en España, traído por el Gobierno del PP, bajo la responsabilidad
de Ana Mato, ministra de sanidad, muchos pensaron entonces ¡Que Dios nos coja
confesados! Comienza el segundo capítulo de esta trágica historia con su contagio
en Alcorcón. España tiembla, Europa tiembla, otra vez con la incompetencia de un
gobierno PP.
Un
nuevo desastre se avecina, como el Prestige, pero muchísimo más peligroso para
los seres humanos. Empezamos a temblar por lo gravísimo que es y por los
inútiles de mierda que gobiernan, cada día más iguales a los personajes del
Tebeo de aquellos años.
Un
virus del que no existe fácil control ni tratamiento conocido se trae a España
y se difunde por las múltiples personas que entran en contacto con el problema.
No es para preocuparse, decía Ana Mato entonces. Todo está controlado y asegurado,
decía ‘Otilio’ o cualquier otro. Los trajes eran nivel de seguridad 2, cuando
debían ser del 4, guantes cogidos con cello, los desechos del tratamiento,
salían por las mismas puertas, ascensores, pasillos… que el resto; las personas,
sanitarios, auxiliares, médicos, que atendieron aquella excepcionalidad no
estaban única y exclusivamente dedicados al tratamiento del mortal virus, al
tiempo, seguían realizando su actividad normal.
Nadie
se explica que el personal sanitario que atendió el ébola en el Carlos III, al
día siguiente, y posteriores durante un período prudente, no estuvieran en
cuarentena, controlados. Nadie se explica que al menor signo posible de fiebre
una sanitaria que atendió directamente el ébola, no fuera evacuada en
cuarentena. El personal del Hospital de Alcorcón se manifestó esta mañana,
tiene miedo, tenemos miedo, nadie avisó, nadie sabe cómo tratar a quienes
tienen síntomas ¿Cuánto tiempo estuvo alojada la portadora del virus en el
hospital de Alcorcón? ¿Cuántos individuos la atendieron, médicos, enfermeras,
analistas, porteadores de fluidos corporales… ninguno de los cuales conocía el
hecho de que estuviera tratando un caso de ébola? ¿Qué relaciones mantuvo con
el personal de limpieza hospitalaria, de habitación, de ropas de cama, de ropas
personales…?
¡Todo
estaba controlado, dijeron, sin riesgos, dijeron! Pero la gente que atendió en
Alcorcón a la portadora del ébola no sabía que lo tenía, y ahora no sabemos
cuanta gente entró en contacto con ella en esos días descontrolados, ni cuanta
gente en segundo nivel, entró en contacto con la gente que se relacionó con la
portadora inicial.
Gobiernan
unos incompetentes e irresponsables que no fueron capaces de organizar con
seriedad, profesionalidad y rigor, un nivel de prevención para tratar un virus
mortal, que se permitieron traer a España y lograr su difusión, bajo el
paraguas de una operación aparentemente humanitaria que pretendieron utilizar para
lograr réditos electorales.
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