Preguntan por qué este blog

Me preguntan a veces por qué este blog? Por qué este formato fotográfico?

Antes de empezar esta aventura, entré en la blogosfera de Alcorcón y leí unas dos decenas de blogs. En la mayoría de ellos primaban las críticas ácidas, a todo y a todos, me parecían contaminados del estilo de las noticias televisivas, todas negativas, crímenes terribles, accidentes, desastres de todo tipo, en cualquier parte del mundo, en el pueblo mas alejado del planeta. No quiero extenderme demasiado, así que esencialmente quiero destacar que el criterio de solo es noticia lo negativo, donde Telemadrid se lleva la palma, me parece muy dañino socialmente. Mi madre, las madres de amigos, gente mayor en general están atemorizados de vivir, un crimen en un pueblo americano es un elemento desastroso metido en la cabeza de millones de personas, como lo son las peleas y rencillas, muchas veces por polvo. Literalmente polvo.

Es mentira lo que cuentan?, no es esa la pregunta a responder. Lo que uno se debe plantear es que al mismo tiempo que suceden todas esas cosas atroces que cuentan, al margen de que sean verdad o mentira, suceden otras muchas cosas, en el mundo, lejos y cerca, en la realidad que nos rodea, y esas cosas no se cuentan. Uno elige contar unas y no otras. La realidad es que nunca en la historia de España ha existido más seguridad y mejores condiciones de vida que ahora.

La realidad es que los pobladores actuales de Alcorcón, muchos emigrantes en los finales de los sesenta, venían de lugares cuyas calles eran polvorientas y embarradas, sin luz, de pueblos sin agua en las casas, muchas sin aseos, sin lavadoras... claro, sin coches, sin médicos, de lugares donde si opinabas sobre algo relacionado con el poder, con los poderosos, terminabas en la cárcel, por lo que mucho menos podías imaginar influir en como organizar esas ciudades, lugares sin trabajo y sin futuro. Eran pueblos donde no existían las vacaciones, que tontería, donde no había sitios para los viejos, no había jubilados, pueblos donde poquísimos niños estudiaban, y poquísimos jóvenes conocerían la universidad. Se puede seguir mucho tiempo en esta dirección aportando datos y cifras y recuerdos.

Por eso hablar del polvo de las obras de un parking, o de las vallas de una gran obra, o del retraso de entrega de cientos de viviendas públicas justo cuando se entregan, o de lo sucio que está todo, o de que no hay libertad para hablar (sí, sí, lo escriben algunos), o etc. me parecía poco adecuado.

Me pareció mejor, destacar lo positivo de esta sociedad, porque ´´en mi barrio`` puede ser cualquier pueblo, es esta sociedad. Me parecía positivo destacar mediante imágenes a los trabajadores que están cerca diariamente, a los que como nosotros y junto a otros construyen ciudad. Y ello al margen de nuestras diferencias. No comulgo con todos, que tontería, ni todos entre sí, pero podemos convivir y lo haremos mejor si respetamos y valoramos los resultados del trabajo colectivo.

Fotos que tratan de mostrar la gente cercana, los actos habituales que nos relacionan, no quería fotos extraordinarias de hechos excepcionales, ni por los motivos, ni por la estética, quería mostrar lo cotidiano. Lo excepcional de la cotidianeidad. Esa sería la noticia a destacar en esta ocasión. Quería ensalzar el trabajo, mejor el bien hecho, destacar el esfuerzo, y ello a través de las personas que lo realizan.