Lo
cortés no quita lo valiente.
Han estado rápidos de reflejos, lo cual muestra interés y dedicación de la persona que esté al otro lado. Desde el Ayuntamiento-el Sr.
Rodríguez- me han contestado telefónicamente el lunes, a una sugerencia que
envíe por escrito -por mail, el conducto normalizado que tienen- remitido el viernes anterior, con un fin de semana por
medio y se han puesto en contacto directo conmigo hoy lunes en la mañana.
Comprenderán ustedes que es para agradecerlo. Bravo.
Si
además de la rapidez en la respuesta arreglan los bordillos, es decir mejoran
la posibilidad de transitar a los discapacitados con sillas de ruedas, como les
indicaba en el escrito que les dirigí, entonces habrá que felicitarles por su
eficacia. A continuación el escrito que remití a diferentes destinatarios.
Alcorcón 27 de Octubre de 2012
Estimados señores:
En mi calidad de hijo de anciana de 90 años, postrada en silla de ruedas, quisiera que entendieran las dificultades que encuentro habitualmente, igual que otras personas discapacitadas, para, simplemente salir a pasear alrededor de su domicilio, la Residencia Amma de Alcorcón. Problema debido al salto de altura existente en los bordillos, los cuales con un desnivel de 5 cm. –cinco- son imposibles de salvar empujando la silla frontalmente, ya que pueden provocar caídas de la discapacitada, lo cual obliga a levantar la silla a pulso por la trasera, soportando 100 kg. O cancelar el paseo.
La sugerencia que realizo es sencilla, concreta y barata, y altamente rentable para las personas que utilizan sillas de ruedas. Es una petición que realicé personalmente a un representante municipal –concejal- en el mismo parque de La Rivota en noviembre de 2011 y hasta la fecha no ha sido atendida. Probablemente porque implica cierta dispersión entre diferentes ‘secciones municipales’ obras, mayores, discapacitados…
Pido que echen unas paladas de aglomerado asfáltico –o similar- entre la calzada y una docena de bordillos, con anchura de una cuarta, salvando el escalón existente con una pendiente, al igual que los existentes en garajes, almacenes, etc. No se trata de rebajar con obra, ni de nivelar todo el paso de peatones, acciones más costosas, solo de echar unas paladas de aglomerado asfáltico.
Sería altamente beneficioso realizarlo en la zona delimitada por la Residencia Amma, el C.C. Los Pinos, y parques de La Rivota y Alfredo Nobel, en donde se encuentran algunos pasos de peatones que no tienen nada rebajado, o lo tienen por un lado y no el de enfrente, o lo tienen a medias dejando alturas de 5 cm. Insuficientes para un desarrollo normal de silla de ruedas.
Les adjunto 2 post sobre el tema, publicados en el blog ‘En mi barrio. Alcorcón’ para que puedan entender mejor la importancia que tendría la solución de esta petición para el disfrute de ancianas y personas discapacitadas.
7 de mayo de 2012.Cronista alcorconero en el ‘Día de la Madre’. http://enmibarrio-parquelisboa.blogspot.com.es/2012/05/grupo-de-saxos-y-clarinetes-de-la-emm.html
Sacamos a mi madre -90 años- de la
residencia, en su silla de ruedas, ¡a la calle, calle! Siempre al entorno
urbano que más o menos cerca, rodea Amma. En nuestros paseos no siempre vamos a
los mismos lugares, llegamos a los parques de La Rivota, Alfredo Nobel o
algunas veces más allá, a Las Comunidades, o subiendo la cuesta hasta El
Ferial, o paseamos por el Ensanche Sur con límite en Picasso. La
mayor dificultad que encontramos son los bordillos,
esos 5 cm o mucho más de los pasos de peatones, muy difíciles de salvar con una
silla de ruedas de persona dependiente.
En los parques hay mucha vida que puede mirar, oler, oír, sentir, desde agua en fuentes o estanques, hasta patos; hay tierra, hojas, ramas, piedras, arbustos, plantas, árboles… y las estaciones se ven reflejadas en todo ello,–sí también pájaros y cotorras, y hasta algunas ratas hemos visto- por supuesto hay nubes y el azul del cielo y ruidos de calle, motores, gritos, ladridos; y sol y aire, a veces frío, nada que no se pueda resolver con ropa adecuada y bufandas o pañoletas y una mantita para las piernas, hay que abrigar siempre muy bien a las ancianas, pero nunca evitar la calle.
En los parques hay mucha vida que puede mirar, oler, oír, sentir, desde agua en fuentes o estanques, hasta patos; hay tierra, hojas, ramas, piedras, arbustos, plantas, árboles… y las estaciones se ven reflejadas en todo ello,–sí también pájaros y cotorras, y hasta algunas ratas hemos visto- por supuesto hay nubes y el azul del cielo y ruidos de calle, motores, gritos, ladridos; y sol y aire, a veces frío, nada que no se pueda resolver con ropa adecuada y bufandas o pañoletas y una mantita para las piernas, hay que abrigar siempre muy bien a las ancianas, pero nunca evitar la calle.
Sentir el aire por la cara y el frío en las manos no hace daño, y tener entre las manos algún trozo de lavanda o romero, o una flor, acerca sensaciones de vida normal -la que tenía antes- y contrasta con el encierro en una residencia. No es que la residencia sea mala, es necesaria, pero mejora si la complementamos. El objetivo es reflotar el disfrute de la vida que guarda en su dañada cabeza, en la medida de lo posible, que olvide experiencias negativas que seguro verá a su alrededor y cargue en la retina, en su cerebro, imágenes distintas a las de personas viejas dependientes que la rodean a todas horas, se trata de que la vida no quede reducida exclusivamente a la vivencia residencial.
En las salidas encontramos coches y autobuses que transitan, niños jugando, perros correteando –o al revés-, gente jugando al futbol y baloncesto, mayores y pequeños montando en bici, padres y madres paseando a niños y perros. Vemos comercios, panaderías, prensa y libros, tiendas de mascotas, de ropa, de fotografía, bancos, chinos, etc. y bares, con sus terrazas y montones de mesas y sillas, hasta pasamos a veces a un supermercado para que tenga el placer, -sí, el placer-, de mirar estanterías y artículos como cuando íbamos de compras. En fin objetos y personas muy diferentes y con un abanico de edad amplio.
Hoy hemos llevado a mi madre y a mi suegra a un concierto al Centro Cívico Los Pinos. Era un grupo de trece personas tocando saxos y clarinetes, uno percusión y el director, eran de la Escuela Municipal de Música de Alcorcón. Precioso. Domingo en la mañana, ‘día de la madre’, la mía se lo ha pasado ‘pipa’, aplaudía a rabiar.
Señores, la pieza que han tocado, creada por uno de ellos, -creo que se llama J.R. Jiménez- ha sido un momento extraordinario. A mí me han llegado reminiscencias árabes y/o mediterráneas, jazz, flamenco y sobre todo un aire envolvente de alegría, de tradición y modernidad, una sensación maravillosa. Gracias ‘Grupo de Saxos y Clarinetes’ y a la Escuela Municipal de Música, y a todas las personas que hagan posible estos o similares matinales. -Que buen lugar sería el CREAA para ubicar esta y otras escuelas artísticas existentes en Alcorcón-.
5 de agosto de 2010. Alcorcón mejorable. Bordillos
Me muevo, de vez en cuando, empujando una silla de
ruedas de mi madre. En general el pueblo tiene buen nivel y lugares para
moverse por él, pero en esta idea de arreglar cosas, o dejar propuestas para
los próximos candidatos municipales, dejo constancia de que los bordillos son
manifiestamente mejorables.
En muchos pasos de peatones se han elevado hasta el
nivel de la acera, por lo que resulta sencillo atravesar la calle, en otros se
han rebajado los bordillos.
Pero hay pasos de peatones que tienen rebajado el bordillo por un lado de la calle solamente y no por el de enfrente. En otros lugares no hay ni rebaje de bordillo ni elevación de paso de peatones. En otros pasos se han rebajado un poquito, o elevado un poquito, por lo que hay escaloncito al pasar.
Pero hay pasos de peatones que tienen rebajado el bordillo por un lado de la calle solamente y no por el de enfrente. En otros lugares no hay ni rebaje de bordillo ni elevación de paso de peatones. En otros pasos se han rebajado un poquito, o elevado un poquito, por lo que hay escaloncito al pasar.
Cualquiera que lleve una silla de ruedas habrá comprobado que un simple escaloncito es un sobreesfuerzo, aparte del peligro de tirar a la persona que va sentada, si pretendes llevarle para adelante puede caerse fácilmente, por lo que hay que dar la vuelta y hacer la maniobra con el invalido de espaldas.
Manuel Herranz Montero
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