domingo, 12 de junio de 2016

Alcorcón. Pueblo de contrastes


Domingo 5 de junio. Parque de la Ribota. Extraordinaria iniciativa de llevar la música a la calle, aquí en este parque a las 12 de la mañana instrumentos de cuerda, violines, violas,...

Al lado, en la fuente una especie de feria con cinco o seis puestos dedicada al Día del Medio Ambiente. Pasamos por allí bajo un sonido estruendoso que lanza un equipo de amplificación gobernado por una persona. Me acerco a la mesa de sonido y le digo, tal cual: 'Hay un tio en la Puerta del Sol que dice que no termina de oirlo bien, que lo subas más'.
No le gusta nada, nada, se pone a discutir, se justifica, 'pues a mi me han dicho que lo ponga así' 'las quejas se las dices a la autoridad'. 
Me aparto de allí, me dirijo a un guardia urbano -policía municipal- que se encuentra pocos metros. Buenos días, la música está altísima y tanta contaminación es tirar una bolsa de basura al suelo como lanzar un estruendo al aire. 
 Su respuesta? 'relájese y disfrute'. ??? Sin respuesta por mi parte. Me voy al otro concierto. 
 
En fín, a un problema añadimos otro: 
1) La contaminación acústica es tan ilegal como cualquier otra contaminación, arrojar estruendos al aire es igual que arrojar basuras.
2) Este agente, guardia urbano, policía municipal, no parece estar acostumbrado a que le hablen los vecinos, ya que debería saber que una respuesta de su tono dicha por un vecino normal sin uniforme, tendría casi siempre como lógica una referencia a su familia. 

Debería ser un poco mas neutral en su comportamiento y en sus respuestas, eso es lo que se esperaría de la autoridad en un lugar en el que hay un estruendo sonoro que boicoteaba los violines de otro acto que se staba celebrando a muy pocos metros de allí, en el cual había más partícipes y espectadores que bajo el golpeo sonoro. 

PD. Al poco rato, la cordura triunfó y bajaron el sonido. Los dos actos fueron compatibles. 



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