El caso es que el truco de prestidigitación les salió bien y aquí estamos, seguimos con el derrumbe sin visos de mejora. Todo lo contrario, seguimos cayendo. Vean ustedes un artículo sobre la situación actual, de Roberto Centeno, intelectual bastante
alejado de la acera izquierda, cercano a la derecha.
Como era perfectamente previsible, y en contra de las indignantes fantasías de Rajoy, que ni dice una verdad ni da una a derechas, la marcha de la economía en el primer trimestre ha sido manifiestamente negativa. Un indicador tan representativo del crecimiento y del empleo como la utilización de la capacidad productiva se ha desplomado hasta el 68,9% desde el 74,1% en el cuarto trimestre de 2012, la cifra más baja desde que este indicador comenzó a medirse hace 50 años, lo que significa lisa y llanamente más paro y menos inversión. Y como la respuesta de Rajoy, cuya capacidad mental ofrece ya serias dudas, está siendo más impuestos, más recortes de pensiones y salarios, y más deuda, el resultado no puede ser otro que una nueva aceleración de la recesión.
Las ventas de las grandes superficies han caído un 8,1%, frente a una media del 6% en 2012. Ha sido el peor trimestre desde que comenzó la crisis, hasta el punto que el mítico Corte Inglés, cuyas ventas no cesan de caer, tiene serias dificultades de financiación ante la magnitud de su deuda y de sus impagados, un fiel reflejo de la situación económica general. Y al lado de esto, Montoro, que literalmente ha enloquecido, en lugar de intervenir las comunidades autónomas quebradas como había prometido, les envió 60.000 millones de nuestro dinero en 2012 y va a inyectarles 23.000 millones más. …
Adicionalmente, como acaba de denunciar la conocida economista de Harvard Carmen Reinhart, la mujer del momento, en una reciente entrevista a Der Spiegel, resulta inaudito que “la deuda senior de la banca española -la contraída con los bancos alemanes, franceses y holandeses que financiaron la burbuja sin molestarse en analizar nada- no haya sufrido quita alguna, a pesar de que los activos que la garantizaban se han hundido y se siguen hundiendo”. “El cierre de los bancos era la única respuesta lógica”, añade. En lugar de ello, estos miserables que nos gobiernan, los anteriores y los actuales, han hecho recaer esta deuda sobre los contribuyentes: un robo de dimensiones históricas.
Con una deuda del 400% del PIB el sistema financiero es insolvente
Pero este incremento imparable de deuda financiado por el BCE lleva inevitablemente a algo que he venido denunciando por activa y por pasiva: la insolvencia del sistema financiero como conjunto. Han arruinado a los pequeños ahorradores con la estafa de las preferentes, mientras que han renunciado a pedir responsabilidades a los culpables de la quiebra, como consecuencia de la mayor y más vergonzosa connivencia entre políticos, reguladores y banqueros corruptos de la historia financiera española. Y ahora están en camino de arruinar también a los tenedores de depósitos, pues según la nueva filosofía del Eurogrupo, si un banco quiebra es legítimo que sus depositantes y sus bonistas asuman las pérdidas, pero eso si, después de pagada la deuda senior.
El rescate bancario ha costado hasta ahora 275.000 millones de euros: inyecciones directas de capital, 60.000; avales, 135.000; esquema de protección de activos, 30.000, y Sareb, 50.000, con la posibilidad de llegar a 100.000, o el 26% del PIB. Pero además ocurren tres cosas, a cada cual peor. Primera: la deuda total española, pública y privada, supera el 400% del PIB, una cantidad que jamás será devuelta, y en consecuencia el sistema financiero español como conjunto, que es el acreedor principal, es insolvente. Segunda: la parte más insolvente del sistema es la que ha recibido el grueso del rescate, ergo la mayor parte, un 17% del PIB, no se recuperará, la cifra más alta del mundo. Tercera: el crédito a la economía real, a pesar del multimillonario rescate, experimentó en 2012 la mayor caída en 60 años, y en 2013 el crédito a la economía productiva sigue cayendo en picado.
La economía en el primer trimestre 2013
Aunque todavía faltan datos, los que conocemos dibujan un panorama inequívoco: la recesión se acentúa y nos acercamos peligrosamente a la deflación. Aparte de lo explicado al principio, el índice de producción industrial de febrero fue peor de lo previsto y peor que el de enero. Si lo comparamos con el mismo mes del año anterior es para cortarse las venas: un 6,5% inferior. El indicador de clima industrial de bienes de inversión –el 30% del PIB– acentuó su ritmo de descenso interanual en 1,3 puntos en el primer trimestre de 2013 respecto al cuarto de 2012, hasta el -15,4%. …
Las exportaciones están disminuyendo significativamente. En 2012, a pesar del triunfalismo del Gobierno, sólo crecieron un 1,7% en términos reales, pero los últimos datos muestran una contracción del 3%. La disponibilidad de bienes de consumo y de bienes de equipo acentúa su caída y, lo que es realmente gravísimo, la financiación al sector privado deflactada cae un 9,4% frente al 7,4% del último trimestre de 2012. Por otro lado, el coste laboral por trabajador retrocedió el 3,2% anual en el cuarto trimestre de 2012, o más de 6% en términos reales. En línea con este panorama recesivo, en los dos primeros meses del año el déficit del Estado sería un 14,9% superior al del mismo periodo del año anterior y la deuda neta en enero y febrero se incrementó en 29.000 millones de euros, la cifra más alta conocida.
Las economías familiares, ante el expolio masivo de las Administraciones y los monopolios, están exhaustas. La tasa de ahorro se ha hundido al 8,1%, el mínimo de todos los tiempos y muy por debajo de la media de la UE. Vamos directamente a la pobreza…
Finalmente, la tasa de inflación se redujo cuatro décimas en marzo hasta el 2,4%, algo que algunos optimistas u obligados a serlo presentan como un dato positivo. Nada más lejos. La inflación subyacente o inflación básica, que sirve como indicador adelantado del rumbo que tomarán los precios a medio plazo, se mantuvo en el 2,3%, casi el doble de la de marzo de 2012 …/…
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