sábado, 28 de noviembre de 2020

Salvar la Navidad. O Salvar vidas

La Navidad del epidemiólogo. Javier Sampedro. 25 novbre 2020

https://elpais.com/ciencia/2020-11-24/la-navidad-del-epidemiologo.html

La vida personal de los científicos no es noticia, pero a veces da pistas sobre el futuro inmediato... En ausencia de datos a prueba de agua, la vida privada de los investigadores puede ser una buena guía provisional.

El 80% de los expertos no va a celebrar la fiesta en absoluto

Pasemos al covid, como decía antes. No hay preceptos científicos de acero inoxidable que nos digan lo que debemos hacer en Navidad. Nadie puede decir “si los nietos ven a sus abuelos morirán 10.000 personas en enero”. No tenemos esa precisión de cálculo. … sin embargo, podemos meter el hocico en la vida privada de los epidemiólogos. Es lo que ha hecho The New York Times, que ha puesto tres redactores a enviar cuestionarios a 635 epidemiólogos de su país para saber qué piensan hacer el jueves, cuando se celebra allí Acción de Gracias. Esta fiesta es el verdadero equivalente a nuestra Navidad al otro lado del Atlántico, donde Trump tiene que indultar a un pavo de 18 kilos y los universitarios vuelven a casa desde otros lugares del país y del mundo.

Los resultados se resumen en un momento. Algunos de estos expertos celebrarán el thanksgiving en un garaje con la puerta abierta, otros no recibirán a la familia y brindarán con sidra caliente con sus vecinos y alguno más montará una tienda de campaña en el jardín con sistemas de calefacción y renovación del aire. Pero el 80% no va a celebrar la fiesta en absoluto.

En la encuesta que recoge The New York Times, a la que hace referencia el Sr. Sampedro, el 64% de los epidemiólogos contesta a la pregunta donde celebrará Acción de Gracias, 'solo, en mi casa'. A la pregunta de a donde irá/estará en las vacaciones de invierno, el 69% responde, 'solo, en mi casa'.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Politizan la Navidad a cuenta de la covid

Salvar la Navidad. Javier Sampedro. 21 nov 2020
https://elpais.com/ciencia/2020-11-20/salvar-la-navidad.html

''Ya habrá tiempo de que las familias se encuentren y los restaurantes abran

‘’... En España empieza a observarse una politización de la Navidad. Los gobiernos autonómicos de derechas, como los de Madrid y Cataluña, están empeñados en salvar la Navidad, mientras los poderes de izquierdas, incluida Moncloa, se van convenciendo de que eso no parece una gran idea.

Los partidos más sensibles a los grupos de presión económicos se han agarrado como lapas a una idea conveniente pero errónea: que aprobar medidas estrictas ahora bajará las cifras de contagio y muerte lo bastante para que, justo el 20 de diciembre, podamos consumir a dos carrillos en las grandes superficies abarrotadas de carne humana, irnos a cenar con los estimados compañeros de trabajo y organizar unas celebraciones familiares hipercalóricas en las que llueven cuñados desde los cuatro puntos cardinales de la infección. No es la primera vez que se politizan las navidades. La anterior alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se llevó la del pulpo por hacer no sé qué cambios imperceptibles en la cabalgata de reyes. Un sector de la derecha cree sinceramente que la Navidad es suya, como la bandera, el himno y –ya en el colmo de la doblez— la Constitución que sus padres no votaron.

Pero el salvamento de la Navidad con el que sueñan los místicos no va a ocurrir. Sería un error garrafal, porque los movimientos y contactos de amigos, colegas, cuñados y clientes nos llevarían a una tercera ola poco después de Reyes. Una campaña navideña descafeinada perjudicará a las grandes superficies y a la hostelería, sin lugar a dudas. Pero una tercera ola las dañará todavía más, y el empeño en salvar la Navidad puede causar muchas muertes evitables. Para superar la segunda ola no basta doblegar la curva. Eso ya lo hicimos en verano, con los resultados que padecemos ahora. Cuando se levanten las medidas restrictivas, los sistemas sanitarios tienen que estar preparados con una receta repetida hasta la náusea –refuerzo de la atención primaria, rastreadores, pruebas, cuarentenas— que, curiosamente, es justo la que siguen ignorando los gestores sanitarios, ya centrales o autonómicos.

Lo peor que podríamos hacer es aprovechar el optimismo con que los expertos han recibido las vacunas para relajarnos en las medidas de restricción social. La población general no va a estar vacunada en muchos meses, el ciclo de picos de muerte arriba y abajo tendrá unos costes en vidas difícilmente soportables e imposibles de justificar ante cualquier electorado. Ya habrá tiempo de que las familias se encuentren y los restaurantes abran. Lo demás es politizar el papel higiénico.’’

PD: Javier Sampedro es uno de los grandes divulgadores científicos actuales

jueves, 19 de noviembre de 2020

Sin acritud. Pero, al Cesar lo q es del Cesar

 Contraponer un enlace sobre el vicepresidente Iglesias a la información anterior sobre declaración de Lidia sobre muertes en Residencias en la Comisión del Congreso, me parece, como poco, improcedente, porque:

1.    El enlace sobre el vicepresidente Iglesias, recoge noticia de fecha de 10 de marzo, sobre distribución tareas dentro del gobierno de la nación, aunque su torticera utilización parecería tener la intención de responsabilizarle de la tragedia de las Residencias, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid.

2.    No deben olvidar que España es un estado federal, un estado compuesto, con amplias atribuciones en sus territorios, las llamadas CCAA, incluidas las de sanidad y asuntos sociales, que organizaron y dirigieron durante la pandemia.

3.    3692. Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.

Artículo 6. Gestión ordinaria de los servicios.

Cada Administración conservará las competencias que le otorga la legislación vigente en la gestión ordinaria de sus servicios para adoptar las medidas que estime necesarias en el marco de las órdenes directas de la autoridad competente a los efectos del estado de alarma y sin perjuicio de lo establecido en los artículos 4 y 5.

 

4.    El gobierno de la nación no tiene, ni asumió atribuciones sobre las residencias de mayores, que estuvieron y están en manos de las CCAA.

5.    Son los gobiernos autonómicos, los gobiernos territoriales, quienes tuvieron y tienen responsabilidad en la contratación, despido y organización del alto personal responsable en cada territorio. Por ejemplo, en el caso de la Comunidad de Madrid, ejerció su responsabilidad, despidió o empujó a dimitir, a cerca de una decena de muy altos cargos vinculados con la crisis covid 19, siendo cubiertos los nombramientos por el Gobierno de la Sra. Ayuso, lo cual es una muestra de sus atribuciones de responsabilidad y poder.

6.    El 12 de marzo el gobierno Ayuso, presidenta y consejero Ruiz Escudero, afirman públicamente que las residencias se van a medicalizar. El 17 de marzo Ayuso en entrevista Telecinco afirman que las residencias están medicalizadas. Mentira. Como sentenciará el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y mostró la realidad de las más de 700 residencias de la región.

7.    El 19 de marzo el Consejero de Políticas Sociales, pide ayuda al gobierno de la nación para que envíe la UME. La presidenta niega horas después que necesite tal ayuda. Hasta ahora son pruebas de quien tiene las competencias, y al menos un alto porcentaje de responsabilidades.

8.    Las órdenes que recibieron los hospitales de la Comunidad de Madrid para no aceptar derivaciones de las residencias de mayores, fueron impartidas por el gobierno de la Comunidad de Madrid, que era quien podía transmitirlas. El 20 de marzo enviaron un protocolo para evitar que los ancianos fueran trasladados a hospitales, inicialmente firmado por Carlos Mur, director de coordinación sociosanitaria de la Comunidad. Existió otro protocolo posterior en el mismo sentido para evitar derivaciones de ancianos desde sus domicilios.

9.    Salvo ancianos con pólizas de seguros privados.

10.  El 22 marzo, el consejero Reyero envía dos correos al Consejero Sanidad Ruiz Escudero cuestionando la legalidad del protocolo. Otra prueba más de quien tenía y asumía la responsabilidad y atribuciones.

11.  Meses después, el 4 de junio en la Asamblea de Madrid, el Consejero Ruiz Escudero, reconocerá que los protocolos de exclusión de residentes fueron enviados a los hospitales, aunque dice que ‘fue por error’. Fueron publicados los correos de Reyero a Ruiz, en los que se prueba las órdenes de exclusión.

12.  El 25 de marzo la Consejería de Políticas Sociales del gobierno regional anuncia que intervendrá las residencias. Al día siguiente la presidenta Ayuso quita las competencias de residencias a Políticas Sociales, en poder de Ciudadanos y las transfiere a Sanidad en manos del PP, ambas dentro del gobierno regional. Quien podía hacerlo lo realiza y no era ningún vicepresidente del gobierno de la nación.

13.  El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, meses después de decretado el estado de alarma, dictó seis sentencias, al menos, -yo conozco las de Alcorcón, Leganés y Móstoles-, instando al gobierno de la Comunidad de Madrid a medicalizar las residencias. Es el Tribunal Superior de Justicia quien insta mediante sentencias al gobierno de la Sra. Ayuso, porque estima que tienen la responsabilidad. No se dirige a otro gobierno ni al vicepresidente Iglesias.

14.  Las residencias de mayores, son en gran parte propiedad de empresas privadas, grandes grupos empresariales y fondos de inversión controlan gran número de ellas. Por tanto, su objetivo como negocio, es la alta rentabilidad, los altos beneficios, para lo cual, la reducción de costes es esencial. Ello contribuyó en gran medida al desastre, sin medios, sin personal, sin espacios… Las otras residencias públicas, son controladas por los gobiernos territoriales.

15.  Conozco en primera persona la entrada de un grupo inversor en la residencia donde estaba mi madre, durante sus últimos meses. Las primeras acciones, años antes de la pandemia, fueron reducir personal y gasto alimentario. El personal es esencial en los cuidados de mayores.

16.  Durante la primera ola de la pandemia murieron mas de 7.700 ancianos en las residencias de mayores madrileñas. Aquellos que durante meses llamaban asesinos al gobierno de la nación, imputándole directamente su responsabilidad en las muertes, callaron posteriormente cuando fueron descubriendo que las atribuciones fueron/son principalmente de los gobiernos autonómicos, en este caso de Madrid dirigido por el PP. Lo cual no exime de responsabilidad compartida a toda institución española, incluido el gobierno de la nación. Pero a estas alturas de la película, volver a insinuar responsabilidad criminal en el vice Iglesias con un enlace de Antena 3 del 10 de marzo es asquerosamente indigno.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Bravo Lidia. Coraje y Sensibilidad

 Permitan transcriba entero el artículo.



‘Una directora de residencia en Madrid relata que el hospital rechazó a sus enfermos durante 27 días’ Fernando Peinado. El País 13-11-2020

https://elpais.com/espana/madrid/2020-11-13/una-directora-de-residencia-en-madrid-relata-que-el-hospital-rechazo-a-sus-enfermos-durante-27-dias.html

Una directora de residencia ha contado este viernes en la Asamblea de Madrid cómo el hospital de Alcorcón negó durante 27 días el ingreso de sus mayores enfermos de covid-19. Lidia Sánchez ha relatado que, entre el 13 de marzo y el 9 de abril, el hospital rechazó derivaciones, un período durante el que murieron 30 residentes en su centro, Amavir Alcorcón. Sánchez ha contado a la comisión de investigación que, “sin lugar a dudas”, habrían sobrevivido algunas personas de no haberse producido el tapón hospitalario que sufrieron los geriátricos, ordenado por la Comunidad de Madrid para reducir la presión sobre los hospitales.

“Se nos está yendo la gente y no podemos hacer nada”, fue una de las súplicas que Sánchez le hizo por teléfono a un funcionario de la Comunidad de Madrid y que cayeron en saco roto.

El relato de Sánchez ante los diputados que investigan la tragedia en las residencias destaca por ser el primero que ha entrado en el detalle de los hechos en una residencia singular. Los empresarios y familiares que han pasado antes por la comisión que indaga los hechos han pintado un cuadro general que pone en cuestión la versión del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso sobre sus esfuerzos para salvar vidas en las residencias.

La directora del centro de 180 plazas en el sur de Madrid ha descrito la impotencia que sintió al ver morir ancianos cuando el virus se coló por las puertas de un centro desabastecido, sin tests, mascarillas o médicos externos. El bloqueo del hospital solo acabó después de un correo que ella envió indignada el 9 de abril, como reveló este periódico a partir del testimonio de los familiares. “Esto es sentenciar de muerte a la gente y no lo pienso permitir”, escribió en ese correo. Sánchez advirtió de que iba a organizar a los hijos para que recogieran a sus padres y los llevaran a las urgencias del hospital.

Cuando el hospital levantó por completo el bloqueo, la mortalidad descendió de golpe. Entre el 9 de abril y el 28 de mayo solo murieron siete mayores de su residencia. Durante los 27 días de tapón, el hospital de Alcorcón solo admitió siete derivaciones, todas ellas a partir del 1 de abril.

El testimonio de Sánchez refuerza las pruebas de abandono a las residencias durante el período más mortífero de la primera ola de la pandemia en Madrid, cuando murieron miles de mayores sin asistencia médica. La Comunidad de Madrid dio órdenes a los hospitales públicos para limitar los traslados de personas que vivieran en residencias de mayores. Esa y otras decisiones durante la primavera están siendo examinadas por la comisión de investigación, que este viernes celebró la tercera sesión con testigos de 21 programadas. Cuando a principios del año que viene acabe el turno de representantes del sector y familiares llegará la hora de oír a responsables políticos.

Sánchez relató emocionada cómo durante 65 días sin descansar sintió que estaba librando “una guerra”. Además de buscar como pudo material de protección y de dirigir a una plantilla menguante a causa de las bajas, tuvo que hacer tareas de cuidados y funerarias, trasladando cadáveres y envolviéndolos en sudarios. “Sobre todo mi principal función fue no perder la calma para que el resto no la perdiera y saliera corriendo”, ha narrado.

Su testimonio se suma a muchos otros que desmienten que la consejería de Sanidad prestara asistencia médica a las residencias de mayores, una supuesta intervención que el consejero Enrique Escudero llamó “medicalización” y que ha defendido sin pruebas una y otra vez. El plan de Escudero diseñado el 12 de marzo era sustituir el traslado al hospital de los mayores por la asistencia in situ en las residencias, pero el sector se ha defendido diciendo que en plena pandemia era imposible convertir hogares de anciano en centros idóneos para salvar vidas.

El Gobierno de la presidenta Isabel Díaz Ayuso también ha usado como línea de defensa la acusación al Gobierno central por no haberles socorrido. Este viernes ha encontrado respaldo a su tesis en los hechos narrados por otra compareciente, Pilar Ramos, la presidenta de una patronal de 223 pymes en Madrid, Amade. Ramos ha contado cómo su organización matriz en España, Ceaps, hizo una compra de EPIs (equipos de protección individual) que fue requisada en aduanas.

Pero el relato de Ramos también ha sido dañino para la versión de la Comunidad. Ha dicho que el sistema sanitario madrileño dejó de lado a los mayores: “A nivel hospitalario teníamos claro que no éramos el público objetivo de los hospitales. Se nos dijo que estábamos en una situación de guerra”.

La directora del centro de Alcorcón ha contado que recibió el 21 de marzo un primer protocolo de la Comunidad informándole de las restricciones para hospitalizar a sus mayores. Confirmaba lo que ya sabía desde una semana antes, cuando llamaron al 061 para derivar a un enfermo y le respondieron que en adelante todos los traslados debían ser aprobados por un geriatra de enlace del hospital de Alcorcón. Era el nuevo filtro que la Comunidad acababa de implantar y que nunca antes habían sufrido.

“Obviamente nos ponemos a buscar el nombre de la geriatra, algo que no conseguíamos”, ha contado Sánchez. Finalmente consigo contactar con geriatría, serían las 10 de la noche aproximadamente, y se nos comunica que no, que no se puede derivar. Que en este caso este señor en este momento no tiene justificación".

La residencia de Sánchez vio la luz al final del túnel cuando pasó el pico de la primera ola. “La primera vez que vino un médico de forma presencial fue el 10 de abril, el día posterior al que yo mando un email. Al día siguiente la geriatra del hospital se presentó. Fue la primera vez que un médico que no fuera de nuestra empresa se presentara”, ha contado la directora. A partir de ahí la geriatra les visitó semanalmente y el centro de salud de su zona, que hasta entonces les había ignorado, comenzó a darles mayor respuesta.

“Somos una residencia, no somos un hospital y no tenemos los medios para curar, estamos para cuidar”, ha dicho Sánchez.

Sánchez, una mujer de 34 años que lleva 11 al frente de Amavir Alcorcón, recibió elogios por su coraje durante lo peor de la crisis, después de que EL PAÍS publicara su historia. Entonces no quiso hacer declaraciones y este viernes ha sido la primera vez que ha hablado en público sobre lo sucedido. Cuando ha salido de la sala, ha vuelto a hacer gala de su arrojo. No se ha cortado para reprocharles a los periodistas que la entrevistaban que los medios de comunicación fueron injustos con el sector durante los días críticos, cuando trabajaban desesperados por evitar más muertes. “Mi sector fue juzgado desde el primer segundo y no nos habéis dejado réplica porque importaba más realmente ir al blanco fácil”, dijo.

“No somos héroes, pero las gracias sí (aceptamos), porque la gente del sector de la tercera edad se ha dejado la piel. Los hospitales tenían pocos medios, pero es que yo no los tenía y mis trabajadores han trabajado sin medios, han ido cada día poniendo en riesgo su vida por salvar a personas mayores”.